domingo, 13 de noviembre de 2011

Dibujo (Lydia Zubizarreta)

De-lirios, Lydia Zubizarreta


El dibujo es pensamiento en acción como la escritura, y el escribir, en tanto caligrafía es dibujo. 
Una línea sobre una superficie cualquiera, una linterna en la noche, el vuelo de un pájaro o de un avión, de un cometa en la noche: son dibujos.  En la arena al retirarse la ola, en una rama de árbol, en una flor, en el horizonte plano o la línea de los cerros, en las nubes, en todo hay dibujo.  Se puede ver el mundo entero con ojos de quien dibuja.
Sin dibujo no hay pintura ni escultura ni grabado. Dice de la línea, Rafael Alberti, que es “andamio”.  También es contorno, ritmo, esencia, sentido. Es luz en el claroscuro.
Se puede dibujar un grito, como hizo Munch, o la angustia de la guerra como Picasso en el Guernica; o la ternura doliente como en la Pietá, Miguel Ángel.  Se puede dibujar pesadillas, lo hicieron Goya y James Ensor; la actitud que indica algún vicio como Rodin, o el abrazo del amor humano, también como Rodin.  La herradura de un caballo al galope fué dibujado por Toulouse Lautrec, y también la pierna de una bailarina en el aire del can-can.  Eduardo Sívori nos dejó la figura más fresca de la primavera y la pesadez de la rutina cotidiana; en “Sin pan y sin trabajo” Ernesto De la Cárcova expresa la desesperación y la impotencia del hambre;  las escenas de la guerra del Paraguay y sus paisajes registró con un solo brazo Cándido López.  Prilidiano Pueyrredón nos pintó la roja época de Rosas con el cortinado rojo y hasta el resfrío que enrojece la nariz en el retrato de Manuelita Rosas.  Velázquez retrató los infantes y los reyes de España, y la Venus más sensualmente reclinada. Van Gogh y Rembrandt no sólo hicieron sus autoretratos, retrataron todo su entorno. Son testimonio de vida los dibujos encontrados en las cuevas de Altamira, de Lascaux, o de Patagonia. 
El dibujo es expresión sensible. También es estudio como en Leonardo que, además, dibujó una sonrisa.  Puede ser crítica social como en Daumier.  El más perfecto dibujante, Rafael, nos acercó ángeles y vírgenes. Joan Miró extrajo del cielo un universo para nosotros hasta entonces invisible. 
Se puede dibujar con tijeras como nos enseñó Matisse, o con alambres como hace Iommi, o con arcilla como los chinos.  Se puede dibujar con pincel, con el dedo de la mano o del pié, lo más frecuente: con lápiz y papel.  El dibujo es síntesis, es relación, es análisis.  Es humano. 
Quien dibuja pretende acercarse, comprender, compenetrarse.  Sin duda es alguien que se detiene y presta atención.  Es un eterno aprendiz, alguien que nunca está conforme con lo que logró aunque, evidentemente, no puede dejar de hacerlo.
Como yo que, en este momento porque es primavera, veo acá en casa ese grupo de lirios violeta, la flor formando arcos, los tallos largos aristocráticos: “mirad los lirios del campo” dice el Evangelio.  El contemplarlos es no resistir la tentación de dibujarlos.  ¡Sucede todas las primaveras!  Sé que soy deficiente y que lo es también el material que tengo a mano.  Que la belleza que trasmiten, su forma de recibir e irradiar luz, su gesto,  no alcanzaré nunca a dibujar realmente. Lo sé, y sin embargo vuelvo a intentar, a empezar de nuevo, con impaciencia, con entusiasmo. Tengo la esperanza de que algo expresaré, algo aparecerá seguramente, en mi dibujo.

Lydia Zubizarreta
Quila Quina


3 comentarios:

  1. ¡Qué belleza esos lirios, Lydia! ¡Y qué homenaje se hacen mutuamente con tu pintura!
    Cuántos recuerdos de tantas obras maravillosas nos traes. Y cómo sabés describir el impulso que lleva al dibujo. Si hasta dan ganas de pasar la palma de la mano y las llemas de los dedos por las líneas y los contornos que describís.
    Tu texto es como un juego de espejos. El hombre iconógrafo de la creación siendo a su vez él mismo un icono también (aún más grande que los lirios,-"¿no sos ustedes más valioso que ellos?"- ¿será verdad? ¿no es demasiado?).

    ¡Nos sumergís en un gran misterio!

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  2. Qué bueno eso Lydia que la línea es andamio y cómo mostras algo así como que en el principio era el dibujo. En la vida cotidiana también el dibujo es el principio de muchas cosas: de los sueños de cómo algunos proyectan su futura casa, mis chicas que dibujaron muchas veces sus vestidos de egresadas o para cuando se casen, del jardinero que me muestra por donde tengo que hacer poner la manguera, el croquis que le hago a nuevas amistades para que lleguen sin problemas hasta casa. Y como la de tus pintores la lista podría seguir!

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  3. Me emocionó mucho el comentario de Marisa, por lo del juego de espejos, por lo de los lirios y nosotros frente al Creador y lo del misterio. También, Angeles, admito que en lo primero que pensé en cuanto a dibujo es eso de los proyectos, no lo puse pero me alegro de que haya surgido. Estoy muy feliz de participar de este taller y les agradezco mucho.

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