sábado, 22 de diciembre de 2012

Oyente (Lucía Nazar Anchorena)



¡Escuchen!¡Ahí viene!
Levanten los ojos, dejen lo que están haciendo.
Que nada impida reconocerlo.
¡Escuchen!¡Llegó el Salvador!
Que Diciembre no se olvide que se encarnó,
que no se confunda con arbolitos, adornos y consumición.

¡Nos ha nacido un Salvador!
Aquel que nos transforma el corazón de piedra
dándonos el suyo como ofrenda de Amor.
¡Nos ha nacido el Amor!
Para enseñarnos a entregarnos y ser don.


¡Miren!¡Escuchen Su voz!
Ábranle la puerta, sean pesebre en su interior.
¡Escuchemos Su voz!
Melodía de Paz, Ofrenda y Oración.



“Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio:
el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede.
Como un pastor, él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo;
lleva sobre su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz.”

Isaías 40,11


“Adoración de los pastores”
Murillo
1668


Lucía Nazar Anchorena


Oxígeno (Eugenia Varela)






Oxígeno... pero no tubos de oxígeno. Lo que necesito es aire puro, aire puro y libre. No aire filtrado, comprimido y dosificado. Quiero aire que inspire.
Tampoco quiero agua oxigenada. Quiero agua que fluya y me limpie. No quiero bañarme dos veces en el mismo río, ni quiero agua enfrascada y obtenida con cuenta gotas.

Ustedes se creen capaces de fabricar aire, agua e incluso hombres. ¿Acaso no se dan cuenta que el simple hecho de intentar fabricar lo natural anula a la propia naturaleza? Hablamos de la copia de la copia de la copia. Muy lejos quedó el original. Y sin embargo éste último es lo que quiero, lo anhelo, es lo único que puede realmente saciarme.




Eugenia Varela

Ovillo (Mími Blaquier)


Paula Herrera Parcas (Ilust blog)





¿Cómo sostenerme en el silencio?
En aquello que nunca será balbuceado
en los cielos que nada anuncian todavía y todo dejan presentir
en el agua cuyos surcos apenas adivino
en los rincones en sombra que a golpes insisten en volverse palabra
en las campanas de cada funeral de la vida
en el sí y en el no

En el regazo de este atardecer, el ovillo corre


                                                                                                              Mimi B.