Caravaggio. Cena en Emaús. (Ilust. Blog)
Un libro que no entendí. A lo mejor no era para entenderlo.
Algunos jóvenes me dieron sus claves de lectura: los personajes son otros jóvenes a quienes el modo como les han enseñado a vivir no les sirve.
Antonio Baricco propone entonces desconstruir en su novela el modo como los jóvenes aprendieron a vivir sus relaciones (con Dios, con el otro sexo, con los demás) para buscar otro modo. Este otro modo debería permitir reconocer al que resucitó, como en Emaús.
Luis Baliña
No leí el libro pero lo que parece expresa me gusta mucho. Tomar a "Emaús" como una metáfora de otros reconocimientos y de las transformaciones internas necesarias para lograr ver lo que ya está ahí pero todavía no nos es visible. Al mismo tiempo este tratamiento revitaliza el pasaje bíblico a sentidos contemporáneos. Voy a buscarlo para leerlo. Igualmente no sé si siempre hay que buscar "otro modo" pero creo que muchas veces aceptamos los únicos que conocemos aún cuando ya éstos dejaron de funcionar hace mucho tiempo. Y tal vez de estos necesarios cambios habla el autor.
ResponderEliminarEs interesante cómo unas frases tan breves me han motivado a pensar!
ResponderEliminarIntuyo que "el modo como les han enseñado a vivir no les sirve" es el materialista-utilitario e instrumental que agota al sujeto y también que se agota el mismo en el sin-sentido. En cambio, el 'modo Emaus'implicaría una actitud de apertura hacia la lectura sincera y profunda de los acontecimientos - que nos hablen ellos mismos - para encontrarles su sentido trascendente y su relación con el El Resucitado. De ahí en más puede iniciarse el camino hacia una vida llena de sentido y que valga la pena vivirla con intensa pasión.
Buscar el "cómo" propio y apropiado a los "que me han sido encomendados" ha sido la tarea de toda mi vida (y la sigue siendo).
ResponderEliminarCreo que cada historia de vida es una novedad que debe afrontar su protagonista. Los libretos heredados pueden servir de ayuda. A veces no.
Hay algo dentro que impulsa a buscar. Quizás sea el Resucitado. ¡Es que habla tan bajito!
¡Y tan dulce y cálido!
¡Gracias Luis! Vos también hablás un poco así