domingo, 7 de octubre de 2012

Yapa a la Letra M



Miradas (Mercedes Rosan)

¿Cuánto peso tienen sobre nosotros las miradas no es así? Hace tiempo que presto particular atención a este fenómeno. Muchas veces pretendemos ser indiferentes a ellas pero sin embargo ya con ese intento estamos siendo afectadas por ellas. Muchos dicen que los ojos (y la mirada) son el espejo del alma, yo solo creo que son una puertita que nos invita a pasar (o en algunos casos a alejarnos) o un mensaje que el emisario nos transmite espontáneamente. Algo así como una paloma mensajera. Lo increíble es que por  mucho que intentemos esconder lo que nos pasa o afecta o pensamos esta “delatora” revela lo que hay en nosotros. Cuántas veces nos ha acercado a otros que nos interpretaban perfectamente y respondian a nuestro sutil mensaje.

Estoy prestando atención a esto, no estoy diciendo que sea una disertación erudita sobre ella. Pero me gustaría relatar cosas que veo y que percibo en ellas.
¡Hay tanta variedad de miradas! Las hay dulces que pueden llenarnos el corazón y darnos la valentía para realizar muchas cosas aun inimaginadas por nosotros.
Las hay de aprobación que nos dan una paz y una confianza para estar en el camino.
Las de hay de alegria con ese brillo particular que se difunde a todos los que llegan.
Las hay de desconsuelo que nos hacen conmover hasta el extremo.
Las hay de complicidad que invitan a acompañar al otro.
Las de hay de vacio que nos inquietan pero interpelan a buscar algo más allá.
Las hay que solo buscan una compañera para sentirse recibidas.
Las hay de enojo frente a algo que no salió como esperábamos.
Las hay de frustración cuando los deseos chocan con la realidad.
Las hay de amor cuando eso que tanto anhelamos poseer está brillando.
Las hay de incertidumbre y cuestionamiento y ahí es cuando se dan las mejores reflexiones, estamos perplejos y queremos entender.
Las hay intensas al estar por descubrir esa gran idea que tanto buscábamos.

Hay tantas miradas….¿nos detenemos a pensarlas? ¿A sentirlas?

El poder de la mirada es tan grande cuanto dejemos que nos penetre. Y nuestra respuesta solo puede ser; nuestra y única.

Mercedes Rosan

2 comentarios:

  1. ¡Gracias por tu inventario de miradas!
    La tuya Mechi, sin duda corresponde a "Las de hay de alegría con ese brillo particular que se difunde a todos los que llegan."

    ¡Bienvenida al Blog! Tu mirada nos honra.

    Borré sin querer varios comentarios.
    Tenías un comentario de Claudio Marenghi, sobre la importancia de tomar conciencia en el poder de nuestras miradas.
    ¡Perdón hice lio!

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  2. Muy lindo, también es un fenómeno que me obsesiona. Creo que la mirada humana va más allá de lo sensorial y transmite fenomenológicamente su espiritualidad, en los ojos de ningún animal hallamos esa intencionalidad que encontramos en los ojos de otra persona cuando nos mira. Tal vez se podría plantear esa pregunta de un estribillo un tanto pasado de moda: "¿Qué ves? ¿qué ves cuando me ves?"

    Una filósofa que estuve leyendo en estos días en un artículo repetía una y otra vez "La mirada de los otros. Conquistar esa mirada." Sin los otros, no somos nada: necesitamos su mirada para justificar nuestra existencia.

    Muy bueno.

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