domingo, 7 de octubre de 2012

Nada (Claudio Marenghi)

 
"No temo nada. No espero nada. Soy libre". Epitafio de Nikos Kazantzakis 
http://www.greekvillage.com/kazantzakis/main.htm






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No pierdas tu tiempo.
No tengo nada que decir.
No tienes nada que escuchar.
Palabras y sólo palabras,
Que nunca invocamos
Y que juegan al mundo
Mientras el hombre no está…




Claudio Marenghi

10 comentarios:

  1. Te decía Claudio, que tu formulación me pareció genial teniendo en cuenta que detrás está el pensamiento de Foucault. Esto lo habías aclarado a McIshi a propósito de que él emparentara tus versos con Heidegger y vos le dijeras que en Heidegger había una valoración importante de lo humano y no así en lo que estas intentando decir que se relaciona más con la deconstrucción.
    ¡Por supuesto que lo escribieron mucho mejor!

    Te decía además que se podía interpretar el epitafio de forma positiva: no temer ni esperar con ansiedad por vivir desde la confianza en el ser.

    Tenías un comentario de Eugenia Varela en el que reformulaba el epitafio: nada temo, espero todo, soy libre. Estoy escribiendo de memoria.
    Ella lo puso mucho más lindo ¡Y en griego! Empezaba así
    "¡Gracias Claudio por traernos la presencia de Kazantsakis!¡Cuán revelador resulta su epitafio! Me quedé pensando y se me ocurrió una posible reformulación:Δε φοβάμαι τίποτα, αλλά ελπίζω όλα:...

    También te comentó Guillo empezaba así:

    "Muchas gracias, Claudio, por la poesía.Es la nebulosa del hombre posestructuralista, del hombre diluido de Foucault, que busca condensarse en palabras. Como unir la nube en un punto concentrado..."

    Perdón nada, hice un lio... espantoso,

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    1. Gracias, viniendo de vos ¡el halago vale doble!

      Realmente este tipo Kazantzakis es un genio, incluso después de muerto, porque nos ha dejado un "epitafio brutal", diría Courreges.

      Yo siempre lo interpreté desde un punto de vista budista. Iba a decirte nihilista en vez de budista, podría ser también, pero creo que Kazantzakis fue un eterno buscador de una verdad lo calmara de una vez por todas (algo así como la 'Ethica more geometrico demonstrata' que calmó a Spinoza con su sustancia monista).

      Pero vos lo interpretaste desde un punto de vista realista y me sorprendiste porque, suponiendo la confianza en la realidad, el epitafio se aplica de manera magistral, ya que implicaría el disfrute pleno del presente sin temores paralizadores ni falsas espectativas por cumplir.

      Así que 'nada', el epitafio opacó el versito. Increíble que no le hayan dado el Nobel a Kazantzakis, otro que quedó en la misma que Borges.

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  2. Muchas gracias, Claudio, por la poesía.

    Es la nebulosa del hombre posestructuralista, del hombre diluido de Foucault, que busca condensarse en palabras. Como unir la nube en un punto concentrado -la expresión- que le permita aparecerse, manifestarse, "ser". Pero ¿qué más puede manifestar, qué más puede decir esa palabra, qué mas puede ser, sino esa nada angustiante del no-hombre?
    Sería, quizá, como el hombre moribundo que reúne sus últimas fuerzas para gritar de una vez y para siempre: "¡Estoy muerto!".

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    1. Gracias por leer y comentar Guillo.

      "El hombre moribundo que reúne sus últimas fuerzas para gritar de una vez y para siempre: "¡Estoy muerto!"

      Eso estuvo muy atinado!

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  3. ¡Gracias Claudio por traernos la presencia de Kazantsakis!
    ¡Cuán revelador resulta su epitafio! Me quedé pensando y se me ocurrió una posible reformulación:
    Δε φοβάμαι τίποτα, αλλά ελπίζω όλα: Γι'αυτό είμαι ελεύτερη! (No le temo a nada, pero espero todo: por esto soy libre).
    Pensaba en esa puerta al "infinito" que puede resultar la libertad. Cuasi aristotélico: "El alma es de alguna manera todas las cosas".

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    1. Hermoso y profundo tu comentario. Creo que Kazantsakis es muy movilizador a la hora de pensar en el destino final del ser humano. Bienvenida la reformulación!

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  4. Ey, Claudio! Muy heideggeriano lo tuyo. Estás sacando de la galera, viejos poemas y releerlos me ha gustado mucho. Ese "mientras el hombre no está..." es muy trágico, pero qué realidad, no?

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  5. Queridísimo Mac:

    Me parece que en Heidegger el hombre todavía tiene un valor central. Es Dasein, Existenz, In-der-Welt-sein, la morada donde el ser acontece, el relicario del ereignis. Más allá de que sea un angustiado ser-para-la-muerte, creo que el hombre está vigente en Heidegger, aunque de modo poético y hermenéutico, pero vigente como ser espiritual. Yo escribí este versito más inspirado en Foulcault y el postestructuralismo, donde creo que del hombre no quedan ni las huellas.

    Gracias por tu comentario, sos el responsable de que esté de nuevo en este mundo tan mágico de las letras y la filosofía. Ojalá en algún momento estemos trabajando juntos, es mi mayor deseo, lo sabés.

    Claudio M.

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  6. Claudio: hablás de "... que del hombre no quedan ni las huellas." Quizá es importante ver cómo en tu poema es el "hombre borrado" el que habla y se queja.
    Muy interesante!

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    1. Gracias Ignacio, es por ahí la cosa, es como un grito desesperado del no-hombre. Muchas gracias!

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