martes, 14 de febrero de 2012

Gratitud y gratuidad (María Echevarría)

Velocidad Arte Urbano Fabián Burgos






La anécdota no es mía, la escuché hace poco y me pareció que valía la pena compartirla.


Va un muchacho caminando por la calle, paseando por las arboladas calles de San Isidro una soleada tarde de sábado. Va mitad pensando en sus cosas, mitad disfrutando del día. En eso, se encuentra con una chica de su misma edad, preciosa, que parecía estar esperando para cruzar. Cuando se acerca se da cuenta de que es ciega y le ofrece ayudarla. Ella, muy agradecida y alegre, acepta el ofrecimiento. Cruzan la calle sin ningún problema. Al llegar al otro lado siguen charlando y ella, muy inocente, le pregunta:


- ¿Y vos? ¿Agradecés tener vista?


Él ya no pudo ver el mundo del mismo modo.



El mundo es gratis, el aire es gratis, el sol, la luz, los ojos para ver los colores, las manos, los brazos para abrazar, para levantar y para bailar, el oído, la música, los olores y sabores, la verdad, la inteligencia para buscarla, la palabra, la sonrisa, la naturaleza, los otros, el universo entero es gratis y se nos da. ¿Nos damos cuenta de semejante regalo?


María Echevarría

2 comentarios:

  1. Cuando mamá estuvo internada en FLENI me di cuenta que hablar, comer, ¡caminar! son un milagro. Uno se acostumbra a la salud, ¿será por eso también que el mal es visto como una ausencia?

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  2. Yo cada tanto, cuando salgo a caminar después de mucho tiempo encerrado (que es cuando me doy cuenta de lo que no uso), recuerdo de repente que tengo piernas y que podría no tenerlas o me podría lamentar si no las tuviera. Con la vista también me pasa, cuando veo algo muy lindo. Pero cualquier agradecimiento se queda corto.

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