domingo, 18 de noviembre de 2012

Soy Sueños (Federico Caivano)

Vladimir Kush - Flown with the wind.





Ayer soñé que era el viento. En el sueño, todo era igual en el mundo, menos yo. Todo era diferente entonces. Porque siendo etéreo era libre de ser lo que fuera. Un día era un amigo; el otro, un perro. A la semana era un dragón, luego fui una naranja y hasta llegué a ser mi propia sangre. Pronto hasta la Luna me quedó muy chica y quise ser el Sol. De ahí me convertí en el tiempo y todo límite desapareció. Mi vista fue mi oído y pude escuchar la luz. Mi universo se expandió hasta que ya no fui ni yo mismo. Y nada fue mío. Fui más que imágenes, más que palabras, más incluso que pensamiento; no sé qué fui. Fui reflejo de lo que no había sido ni seré nunca; cáscara de lo que no tiene centro. Hasta que desperté y me reconocí como un contingente, luego de haber sido todos los posibles. Porque había sido mundos que me habían creado a mí. Y me había hecho Otro, me había hecho Vez, antes de caer otra vez en mí.
Hoy no soy nada de todo lo que fui esa vez, que tal vez es toda vez que sueño. Sólo soy yo, solo, mezclando cosas que no saben lo que es mezclar, hablando de cosas que no saben hablar, que se mueven sin vivir. Quiero volver a ser todo. O mejor; quiero ser todos conmigo. Sólo un bostezo me renueva la esperanza de ser nuevamente el Ser. Y pienso que tal vez el último día suene a bostezo, a sagrado casi. Tal vez ese día vuelva a ser el viento. Como aquella vez, pero más perfecto. Como soplando al primer motor o como exhalando el fuego arcaico, primigenio, dentro del vacío mismo.


Federico Caivano

6 comentarios:

  1. Muy creativo tu sueño, Fede. Da una sensación de ir mutando por superficies. De nunca terminar de engancharse con nada.
    De todas las imágenes que aparecen me quedé pensando en cómo sería eso de ser "cáscara sin centro".

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  2. ¡Genial! Es de lo mejor que has escrito.
    Recorre todo un universo de posibilidades de la mano de esa fuente de irrealidad que es el sueño. Creo, a diferencia de Marisa, que es un engancharse con todo. Es lograr sentir el universo, el cosmos, en cada uno de sus detalles, en cada una de sus fibras, siendo cada una de esas cosas.
    Me recuerda (muy barbérico) a la intuición de Bergson (ir "adentro" de las cosas) y al poder onírico-cognoscitivo de la imaginación de Bachelard.

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  3. Gracias por los comentarios. Sí, apuntaba más a lo que dice Guillo: mostrar lo misterioso de la ensoñación que borra mucho la línea entre el ser y el no-ser (el límite) y que nos permite acercarnos a cómo sería ser otras personas o cosas (y como ser lo Otro), más que parecernos a ellos.

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  4. Esta muy bueno Caiva! Me gusto lo que escribiste!
    No es fácil escribir en esos términos abstractos.
    Un saludo!

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  5. Me gustó. Me hizo viajar por el imaginario, o por los sueños, por lo imposible, que algún día, más allá, puede ser real.

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  6. Genial Fede!
    Un viaje misterioso entre seres y posibilidades.
    Leyéndolo pensaba en el misterio que encierra cada cosa que describis, pero también pensaba lo misterioso que son los sueños.

    Mucha vitalidad.

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