viernes, 9 de noviembre de 2012

Arañas (Clemencia Campos)

 http://wikicurios.com/2011/08/24/telarana-mas-resistente-acero/







La araña del mundo que en su labor,
Tan eficazmente,
Teje las voluntades y las casualidades.

Y en su exquisita red tan bien trabajada y enredada
Nos hamacamos.
Y creemos que jugamos,
Creemos divertirnos,
Pero sin que lo notemos
Ella nos hace cosquillas y nos dibuja la sonrisa.

Juega con nosotros.

No quisiera morir sin haber muerto antes
(Aunque sea de risa)
(Aunque sea de amor)

Eso es vivir.

¿Hasta dónde es que podemos sentir lo que nosotros queremos sentir y no somos más que sentimientos heredados? Heredé los ojos, mi color, la forma de mis manos, inclusive la voz e inclusive los gustos; ¿por qué no heredé entonces también este temperamento y estos sentimientos?
Por qué no decimos que de verdad somos un punto final de una oración, aunque no un punto final de un cuento. Somos lo que somos, pero somos según lo que fuimos, y los que antecedieron. Hay continuidad, no soy más que una parte más de una ácida tela de araña que de solo pensarla me causa náuseas, vómitos.
Hoy, en esta noche sin luz, descubro un desencanto.
Mi cuento se acabo. Y mi niño se durmió.
De a ratos, pienso que asumo mi propio personaje, de mi propia obra; me asumo y me pienso como actriz y directora de mi obra…pero de a ratos me caigo del escenario, y me veo desde la butaca actuando un papel que yo no hice. Viendo como soy, lo que me hicieron ser aunque no lo quise. Y desde acá abajo se me ve contenta. Se me ve disfrutando de mi propia vida, decidiendo y viviendo momento a momento.

Sin embargo, todo recae en una decisión. ¿Qué quiero? ¿Vivir en una telaraña o en mi propia obra de teatro? ¿Ser un punto en una oración, una letra en un libro, una palabra en un cuento, o ser el propio autor de mi cuento?

Todo es una decisión. Te invito a que decidas cómo ver tu vida….

¿Estás decidiendo?

Estas como yo…ya vivías en esta actitud frente a la telaraña. (Admito que nos da asco una telaraña. Hecha por un ser oscuro con varias patitas, que camina rápido, y cuando intentás atraparla se escondió. Y ¡ojo! Andate lejos, porque es huidiza y se mete sin pedir permiso en cualquier parte. No me simpatizan las arañas.)

¿Sos feliz? Por lo menos tus sentimientos, ahora,  te pertenecen…

Pero asegurate de que si fallás, te corresponde hacerte responsable. Eso cuesta, pero si uno arregla sus errores arregla un alma desgarrada, y arreglás tu propia alma.



                                                                   Clemencia Campos                                      

3 comentarios:

  1. Una vez, Héctor Delbosco contó un chiste en un cierre de fin de año: "Hay una señora que está con su gato entre los brazos y se acerca una persona y le pregunta:´¿araña?´, y la señora le responde:´no, gato´" Fin del chiste.

    Yo creo que esto sirve para comentar tu texto (igual me tenté, jaa!), porque muchas veces la vida, dependiendo cómo lo quieras entender es "araña" o "gato", es un cúmulo de fatalidades heredadas; o una fuente indeterminada de todo por hacer. Todo dependerá, como vos decís, de las decisiones. Lo que no entendemos muchas veces es que estas decisiones se tienen que renovar día a día, para no caer en la telearaña de la rutina y del peligro vivir en piloto automático.

    Unas últimas palabras sobre tu texto: Me resultó nuevo, toda tu reflexión en prosa. He leído la mayoría de tus aportes, y creo que nunca encontré algo similiar en vos: esa actitud interpelante y con un interlocutor en segunda persona...

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  2. Con tu imagen de la telaraña me transmitiste una sensación de pegoteo carcelario. De alguien que se encuentra tironeado, que quiere despegar y no puede. Y luego su manera de despegarse es asumir un personaje inventado. Otro pegoteo más, sentirse en la vida como en un escenario. Ocupar un lugar representando un papel. Es muy actual esa experiencia de que ¨ser¨ sea "ser percibido". Aquí relacioné inmediatamente tu telaraña con una "red social".
    Hay algo de asfixiante: un tironeo entre un manoteo de pasado y un manoteo del público.
    ¡Muy bueno Clemencia!

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  3. Clemen! ya te dije que me re gustó. Estuvo bueno la novedad como dice Héctor, de interpelarnos, yo me preguntaba las cosas que nos preguntas ahí, así que el texto juega con el que lo lea, y me puse a repensar esto de mi actitud frente a la telarana. beso!!

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