sábado, 7 de enero de 2012

¿Fin del mundo? ¡Feliz año nuevo!

Enero, el comienzo del fin. Ahora dicen que no es un cataclismo lo que se viene, sino un “gran cambio en el interior de las personas”. Yo digo, ¿es necesario un relato de origen mítico (como lo es para nosotros la astrología maya) para validar y poner en marcha tal proyecto? ¿Por qué tenemos que adjudicarle el mérito de crear un mundo mejor a una fuerza cósmica lejana? Démonos cuenta de que somos nosotros los que estamos a cargo de entender, disfrutar y cuidar de nuestra propia vida y la de los otros. Ése es el gran cambio personal que debería ocurrir este año: que la gente vea estas y todas las explicaciones del mundo (incluso las científicas) con sus alcances pero también sus límites por el origen humano que tienen. ¿O qué tanto más divinos eran los mayas que nosotros?

De cualquier manera, el mundo dio otra vuelta, de vuelta. Seguramente dé muchas otras más antes de su merecido reposo cósmico. Nosotros mientras tanto debemos seguir moviéndonos también, a nuestro modo, creando mundos de literatura. Porque no hay vida sin movimiento ni crecimiento sin cambio. Pero por otra parte no hay cambio sin permanencia, porque si no fuera la misma cosa la que cambia, diríamos que muere una y se genera otra.

Conclusión: por más que cambiemos, seguiremos existiendo. ¡Hurra por la subsistencia de las sustancias!



Federico Caivano

4 comentarios:

  1. ¡Gracias Fede! Siempre empujando para arriba. Comparto lo que decís sobre la necesidad de generar un cambio interior al cuidado de la vida. Esa sería una verdadera revolución. Me parece excelente empezar el año tomando conciencia de que hay que surfear la nueva ola lo mejor posible.

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  2. Muy bueno, Fede!! Si bien comparto lo del cambio, me parece que no hay que desestimar las fuerzas de los relatos míticos y de los rituales que les son correlativos. La fiesta de fin de año es, justamente, un ritual en el que lo viejo se renueva. Creo que la fuerza de lo simbólico hecho fiesta es esencial al hombre, para que pueda encarar esta revolución interior de la que hablás y que es tan necesaria para el bien de todos. Un abrazo!

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  3. En realidad no desestimo la fuerza de los relatos míticos. El problema es que en todos estos movimientos o pensamientos a-la-new age me parecen poco serios, en el sentido de que son poco críticos de sí mismos y por lo tanto poco comprometidos con lo que supuestamente viven como mito. Pero bueno, tampoco soy nadie como para cuestionar lo que cada uno cree.

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  4. Fede, me encantó! "no hay vida sin movimiento ni crecimiento sin cambio".
    Idea muy grande con pocas palabras!!!
    Un beso!

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