sábado, 7 de enero de 2012

Fósforos (Ángeles Smart)

Jeff Koons, Luna, Galería de los Espejos, Versalles, 2008.



La niña seguía sentada, con la rigidez de la muerte, sosteniendo los fósforos en su mano, un paquete de ellos gastado. “Trató de calentarse” dijeron algunos. Ninguno imaginó qué hermosas cosas había visto, ni en qué gloria había entrado,  junto a su abuela, en el día del Año Nuevo. (H.C. Andersen)


Tal como podemos deducir del sufrimiento que todo ello entraña, es mucho mejor sanar la propia afición a las fantasías que esperar, deseando y confiando en resucitar de entre los muertos. (Clarissa P. Estés)



-----------------------------------------------------------



            No voy a decir que es uno de los máximos problemas de todos, pero sí por lo menos mío. Y no es improbable que de alguno más. Tampoco voy a enumerar las veces que me sedujeron los espejitos de colores ni las brillantinas azules, rojas o verdes. Lejos mi intención de querer aburrirlos contándoles lo que he llegado a odiar ese falso y estridente amarillo que nada tiene que ver con el oro de los dioses (“el lujo es vulgaridad” han cantado con razón), y que se las tira de dorado. Sin embargo, difícil me resulta, demasiadas veces, diferenciar la verdadera luz de sus sucedáneos más efímeros y llamativos. Dicen que no es lo mismo poner entre paréntesis el estado de cosas existentes, para poder así articular configuraciones más verdaderas, que evadirnos a un mundo más pleno, luminoso y acogedor, que sólo consigue que sigamos soportando el nuestro en su estado más  desolador, oscuro y hostil. Simplemente quiero encontrar un mapa que me encamine en el intrincado laberinto de las variaciones imaginarias del mundo para poder distinguir, de entre aquellas que nos mantienen en un helado “más de lo mismo”, a aquellas que significan una verdadera liberación y posibilidad de cambio. Se aceptan sugerencias para el año nuevo.

Bariloche, 31 de diciembre del 2011


Ángeles Smart



13 comentarios:

  1. ¡Es muy profundo lo que preguntás Ángeles! Me descolocó. Me pregunté a mi misma por qué me descolocó y creo que es porque: ¿cómo bajar línea? ¿Cómo dar una respuesta? ¡Es algo tan personal!
    El consuelo en el más allá de la niñita de los fósforos, la lucecita que deseamos haya encontrado la Luz. O hacer a un lado el consuelo y tratar de discernir lo verdaderamente posible, resignar lo imposible o desconocido. ¿Quién podrá saberlo?

    El otro día estaba leyendo un capítulo de “Ser finito y Ser eterno” de Edith Stein y hubo un párrafo que me resultó muy luminoso, más aún viniendo de ella, una buscadora empedernida:

    “En su interioridad el alma experimenta lo que ella es y cómo es, de una manera oscura e inefable que le presenta el misterio de su ser en cuanto misterio, sin descubrírselo enteramente. Por otra parte, ella lleva en su quid la determinación de lo que debe llegar a ser: por medio de lo que recibe y lo que hace. Siente la compatibilidad o incompatibilidad de lo que acoge en sí con su ser propio, si le es provechoso o no, si sus acciones van o no en el sentido de su ser.”

    Quizás lo que está proponiendo sea hacer callar todos esos azules, rojos, verdes y amarillos, hacer silencio para poder sentir “la compatibilidad o incompatibilidad de lo que acoge en sí con su ser propio”. Es una sugerencia (vos lo pediste).

    ResponderEliminar
  2. Ey, Ángeles!
    Me gustó mucho tu aporte F. Lo siento muy en sintonía con lo que yo escribí. In girum imus nocte et consumimur igni. Ese "fuego milenario" que nos consume pero no termina de iluminar lo suficiente. O ilumina pero calienta muy poco, tal vez.

    ¿Será que sólo en el atardecer de nuestras vidas, iluminará y calentará lo suficiente para alcanzar la plenitud tan deseada?

    ResponderEliminar
  3. Ángeles, tu texto, (que tiene calidad), es el fósforo, Marisa lo usó para encender una luz. Cuando uno es honesto y percibe su estado de ánimo, da lugar a que esto suceda.

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Marisa, sí... esa debe ser la clave. Supongo que hay que confiar un poco más en las inclinaciones internas para que estas se sobrepongan a tanta exterioridad y al mismo tiempo bancarse el claro-oscuro del misterio como dice Edith Stein. Es en el deseo que todo sea absolutamente claro y luminoso donde uno mete la pata y compra cualquier buzón!
    Y siguiendo la imagen de Héctor, la tibieza del atardecer permite disfrutar y apreciar esa media luz que claramente está más en sintonía conmigo que la luz rajante y abrasiva de las 2 de la tarde. Gracias a ambos! Sí, Lydia, qué bueno que esto suceda... y quién dice que como al mundo de Héctor este año se me terminaron los problemas! ja!

    ResponderEliminar
  5. Ángeles

    Pides sugerencias, sugerencias tendrás.

    “Simplemente quiero encontrar un mapa que me encamine en el intrincado laberinto de las variaciones imaginarias del mundo para poder distinguir, de entre aquellas que nos mantienen en un helado “más de lo mismo”, a aquellas que significan una verdadera liberación y posibilidad de cambio.”

    Hace unas noches soñé que mi mamá me decía: “Martín, deja de hacerte el bohemio y ponte a estudiar algo en serio”. Apenas desperté fui a leer la letra del bohemio por excelencia, del filósofo Colline en la ópera La Boheme, pero nada, no me ayudo. Entonces fui a la bohemia misma, sí, a Queen.

    "Is this the real life? Is this just fantasy? Caught in a landslide, no escape from reality" ("¿Es esto la vida real? ¿Es sólo fantasía? Atrapado en un derrumbamiento, no hay escape de la realidad")

    http://www.youtube.com/watch?v=3BBKoc5t_9M

    Allí están, con Fredy a la cabeza diciéndote que mires a los cielos y veas. Así, ¡Contempla! Tenía razón Platón, hay que contemplar. Pero también está Nietzsche, soy solo un joven pero no necesito compasión. Y también están los postmodernos: No importa que siga el viento soplando si no es importante para mí.

    No hay un mapa, hay otro.

    Para sustentar mi tesis recurro a Silvester y su: You make me feel (mighty real) Tú me haces sentir muy real, es el otro el que me da el verdadero sentimiento de realidad.

    http://www.youtube.com/watch?v=aT9K-_ANOWw

    Tu cita inicial de Andersen es increíble. Hay dos realidades, la de la gente que opina y la de la niña que siente. ¿Cuál de las dos es más auténtica? Los que pensaron que trataba de calentarse o las cosas que vio junto a su abuela. Para mí y siguiendo el hilo de la música disco, pues en las dos citas anteriores (en ambos hay un otro) es el otro opera siempre y eso es lo que le da realidad a nuestras vidas, aunque es lógico que subjetivamente es siempre más potente mis sensaciones, también el lícito pensar que visto desde fuera todas las subjetividades son iguales.

    Recurro al disco para viajar contigo, y le pongo musicalidad a lo que digo.
    Pero insisto, es una respuesta, que solo la define, lo que persigo.

    Martín

    ResponderEliminar
  6. Era muy temprano en la mañana, las calles limpias y desiertas, yo iba rumbo a la estación de trenes. Cuando comparé el reloj de la torre con el mío, me di cuenta que era mucho más tarde de lo que había pensado. Me tenía que apurar, la sorpresa me hizo dudar del camino, todavía no conocía bien la ciudad, afortunadamente había un policía, corrí hasta él y sin aliento le pregunté cómo llegar. El se sonrió y dijo: “¿quiere que yo le indique el camino?”, Sí, le dije, “porque estoy perdido”. “Dése por vencido”, me dijo, y se dio media vuelta como alguien que quiere estar solo con su risa.

    “Dése por vencido”, Franz Kafka

    ResponderEliminar
  7. ¡Qué buen comentario! Genial para el texto. Los relojes que no coinciden, la calle desierta, el sarcasmo de la ley, el título del cuento.
    ¡Gracias! No lo conocía.

    ResponderEliminar
  8. Sí, sí, muy atinado! Tomo nota y maduro un poco (y eso que ya estoy bastante crecidita...)
    gracias sinceras por el comentario.

    ResponderEliminar
  9. No hay mapa porque no hay camino; y el camino se hace al andar porque no hay lugar prefijado al que llegar (muy Machado). Sólo son reales el estado de cosas existentes y la estela que dejamos atrás; ambas cosas nos sirven para aprender a distinguir lo nuevo de lo helado (muy Freud).

    ResponderEliminar
  10. si hubieses comprendido el concepto de helado, habrías escrito ese comentario?

    ResponderEliminar
  11. Ey, Anónimo 1 y Anónimo 2, propongo que se identifiquen y si adjuntan un pequeño CV mejor! Ja!

    ResponderEliminar
  12. No se si soy el 1 o el 2, pero sí soy el autor del "Anónimo Jan 23, 2012 03:52 PM.

    Mi CV es muy largo, basten citar: "Robin Hood," "El Lazarillo de Tormes" y "El Cóndor Pasa." Durante un tiempo me atribuyeron la autoría del "Tratado Teológico Político" y "Justine o Los Infortunios de la Virtud"... pero tuve que confesar que no eran míos!

    ResponderEliminar
  13. ¿No quieren escribir algo para la G los o las anónimas?

    ResponderEliminar