miércoles, 6 de julio de 2011

Ábrete Sésamo (Rodrigo Sanchez)

Antonio Seguí


Semillas. De diversos colores pueden ser: negras, marrones…, algunas blancas.
De diferentes tonalidades, texturas, tamaños, sabores…
Las hay amargas, ácidas y de sabor redondo.
Algunas dulces, para caldo de fermento o destilado etiquetado.
Y a la perdición de los bares de copas van.
Algunas, de sabor oscilan, cual escurridizas partículas.
Las hay de amapola, de sésamo y otras especies. 
Semillas. Ninguna idéntica a otra y a la vez tan parecidas…
Tanto que al caer en el montón, ni caso tratar de buscarlas.

Ríos de semillas, se recogen de natura y se derraman en los silos.
Se tocan entre sí, friccionan, se abren a fuerza y se rompen también.
Y cerca de esos ríos, el aroma de la harina bien pulverizada.
Algunas vuelan, dan un salto y se suben al viento.
Ríos de semillas, un poco así son los ríos de almas.

De pisaderos son algunas, y en forraje de buen animal transmutan.
Y en pelajes límpidos reflejan los rostros.
Otras, de almacenes, alacenas, estantes, cajones o vidrieras de casas naturistas.
Siguen  su viaje a buenos panes, postres, salsas orientales o sazón de falafel.
A veces se dicen, en que pan se amalgamaron, con que receta más crocantes quedaron.
Vení a mi pancito, te cortan en cubitos, te ponen aderezos y te llaman canapé.
Algunas sirven para collage o carteles, son letradas.
Y veces se hablan, poco tienen que decirse, con que fuente más rimpompantes quedan.
Que dura esa cutícula, al tostarla se endurece.
Ruido de semillas, suave de lejos, áspero de cerca.
Un poco así son los ruidos de las almas.

Algunas polemizan, que si dualidad o multiplicidad.
Que la profunda superficialidad empaña la superficie de la profundidad.
Que si blancas con manchas negras o negras de manchas blancas.
Algunas tararean, antologías de sabanas frías, cuu currú cucú…y ooootras …

Algunas buscan, en las afueras, algunas encuentran, en los adentros.
Y algunas vuelan, dan un salto y se suben al viento, y escuchan la calma.
Y viajan por ¨los mundos¨, cual ceniza volcánica.
Algunas se emancipan,
de la sensualidad, del orgullo, de la tentación de suicidio emocional,
del dolor, del amor y otros demonios.
Algunas comprenden que no es una verdad, son más.
Que ya no importa donde acaba el mar.

Y al caer…, las calienta el sol y refresca el agua, de lágrimas.
Y hablan con la tierra, y escuchan la calma.
Escuchan al oído: ¨ábrete sésamo, ábrete alma¨
Algunas…, algunas Aman!


Rodrigo Sanchez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario