miércoles, 7 de marzo de 2012

Herencia (Marcela Lopez)



Comienzo esta especie de reflexión, diciendo que si bien hablaré en primera persona del singular, es obvio que nada de esto hubiera sucedido, ni yo alcanzado, sin mi otra mitad,
con la que logramos formar un buen equipo, para vivir la vida con plenitud e intensidad, coincidiendo y consensuando todas las tácticas y estrategias que necesitamos para hacerlo.
A él, que aunque lo sabe, se lo reitero, todo mi amor y reconocimiento, volvería a elegirlo.
Con esto aclarado, paso al tema concreto.

Siempre pienso, en la herencia que me gustaría dejarles a mis hijos.
Lo extraño es que no me preocupan tanto, las pocas cosas materiales que podré legarles, como sí lo hacen y mucho, aquellas otras que no tienen valor palpable, medible en pesos,
kg., metros cuadrados o lo que sea, coincido con quien dijo: "no me preocupa tanto qué mundo voy a dejarle a mis hijos, sino qué hijos voy a dejarle al mundo".

Traté a lo largo de mi vida, de tener presente una lista mental y práctica, que elaboré cuando Dios me regaló la oportunidad de hacerme cargo de siete de sus hijos.
Debo ser sincera, así que reconozco que muchas veces entré en pánico ante tamaña responsabilidad, es más, hasta llegué a pensar que mi buen Dios es, en lo referido a mi persona, un poco inconciente, (con todo respeto), pero asumí con alegría y agradecimiento por la confianza, ese enorme, desconcertante, aterrador, sorprendente y maravilloso desafío
que es ser mamá y hacerse cargo de formar y cuidar el cuerpo, la mente, el corazón y el alma de otra persona, un hijo.

Y aquí estoy, casi treinta años más tarde, haciendo un análisis; creo que valieron la pena todos los sacrificios, desvelos, miedos y etc. etc.,  pues el resutado me demuestra que, a pesar de mi, no lo hice tan mal; y, (aclaración necesaria: yo hice todo lo mejor que pude, el resto, de lo importante, se hizo cargo El,  ¡¡gracias Dios mío, por arreglar siempre los errores y equivocaciones!!), mis "siete", han crecido y mucho, van madurando y haciendo su camino y lo más importante: son BUENAS PERSONAS,  en todo el amplio y enorme sentido de esas dos simples palabras y me siento realmente orgullosa de cada uno de ellos y agradecida por regalarme la oportunidad de ese sentimiento.

Sé que me fuí por las ramas del tema, así que vuelvo al tronco principal: la herencia que quisiera que tuvieran mis hijos, que depende de mí haberla "acumulado" y trasmitido
y quiero seguir ampliando, aunque el proceso sea bastante arduo y difícil, cuando el instrumento es limitado, débil, carga bastantes defectos y le tocó vivir una época donde,
los locos parecen cuerdos y los cuerdos parecen locos, pero, en esto no me acepto peros, así que sintetizando:
Quisiera que cuando mis chicos abran el cofre con mi herencia encontraran:

Amor recibido en abundancia y mucho para dar,
Fe en Dios, en la vida y en los hombres,
Buenos recuerdos, alegría, risas
Buenos ejemplos, que les recuerden que valen la pena los sacrificios, los ideales y la valentía para conseguirlos y defenderlos,
Lealtad, nobleza, generosidad, honestidad,
Coraje ante los desafíos de la vida,
Confianza en sí mismos, para ir siempre hacia adelante,
Sabiduría, no tan sólo la que dan los libros, sino especialmente la del corazón, para ver, para entender que esto, los VALORES que tengan y elijan para vivir, serán los que los
guiarán para no errarle al camino y les darán la fuerza y el valor para luchar por conservar la senda, en un mundo que es increíble, pero a veces parece girar al revés...

Cómo me gustaría tener el don de la palabra para poder expresarlo claramente, pero como carezco de él, me aprovecho de lo escrito por una maestra de la vida, que dice
mucho en este sentido, con la sencillez que la caracterizó.

NUNCA TE DETENGAS

Siempre ten presente qué:
La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años.
Pero lo importante no cambia,
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero
de cualquier tela de araña,
detrás de cada línea de llegada,
hay una de partida,
detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo,
si extrañas lo bueno que hacías,
vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas,
sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota;
cuando no puedas trotar, camina;
cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero nunca te detengas.

Madre Teresa de Calcuta.


                                                                                                                      Marcela Lopez

7 comentarios:

  1. Marcela:
    Me gustó mucho esa preocupación de madre por querer dejar una herencia firme, un legado invisible pero mucho más importante que las herencias materiales. Cosa que muchos padres no tienen en cuenta.

    Felicitaciones!
    Un poema de Amado Nervo termina así: "Siempre que sembré rosales, coseché rosas". Creo que esa es la lógica de la vida.

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  2. ¡Gracias Marcela! ¡Qué lindo testimonio de madre! Tenés una sabiduria simple y honda. ¡Ojalá hubiera visto todo tan claro cuando empecé mi historia! Vos también debes haber tenido una madre muy especial. ¡Qué tesoro son los hijos! A mí son ellos los que me han enseñado a ser mamá. O sea que ellos me han pasado su herencia sin notarlo.

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  3. Muy emocionante! Comparto la manera de sentir, soy madre de 4 buenísimas y encantadoras personas, que a su vez son padres también!
    Muy abierto y sincero el testimonio, y es de lucha, ya que saber cuales son tus valores y defenderlos, pasarlos e inculcarlos, es una manera de ser fuerte y de no claudicar. Ojalá muchos piensen así.

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  4. ¡Qué profundo y lleno de corazón es su texto, Marcela! De ser madre, lo sucribiría en todo. Lamentablemente, cuando al redactar me pongo "en racional", lo del "corazón" suele pasar a segundo plano. Más aun: después de ya enviado mi texto, se me iban ocurriendo ideas por el estilo que debería tener en cuenta... Así que ¡Muchas gracias!

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  5. Sin palabras, ma...me emocioné jaja....gracias! =)

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  6. Gracias a todos por tan lindos comentarios!!
    Y yo tambien fui aprendiendo de mis maestros en miniatura,los hijos van enseñando a los padres a ser eso mismo, padres. Gracias a ellos nosotros tambien vamos creciendo en todo sentido.
    Gracias !

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  7. Yo soy el referido en el primer párrafo... y qué puedo agregar con semejante MUJER a mi lado? Sólo 4 palabras: GRACIAS DIOS, GRACIAS MARCELA.

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