martes, 6 de marzo de 2012

Hamaca (Mechi Palavechino)







Sigilosos pasos de cangrejos lo anuncian. Paradoja de caminar hacia atrás para poder avanzar. Y con un salto inicia el viaje.
Navegar en el aire espeso y en los mundos de la imaginación. Corren los minutos, cada vez más alto y profundo. Reflexiones en aquel barco que en su movimiento nos interna en senderos jamás vistos.
Luego del claro, llegamos a tierra, vuelta a la realidad. De nuevo, un salto. Y por solo unos segundos…
Volar.




Mechi Palavechino

6 comentarios:

  1. Buenisimo Mechi!!! Me encanto!Porque creo que la hamaca, cuando somos ya bastante grandes,cerramos los ojos y mientras volamos nos hace sentir chicos otra vez, y cuando eramos chicos........mientras volabamos nos invitaba a soñar.

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  2. Que tiernoo Mecha!!! Es muy de Enriqueta!

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  3. Me gustó eso del barco que nos "interna en senderos jamás vistos" ¡Qué imaginaciÓn!

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  4. Me hiciste hamacarme Mechi. A veces me pasa eso mismo cuando leo una novela que me gusta mucho. Vuelo un rato y luego piso la tierra.

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  5. ¡Qué lindo texto! Y qué lindo que es hamacarse. El texto me hizo recordar esa sensación, ese vértigo, el salto final, el volar, todo. Hace un par de años me subí a una hamaca, me hamaqué con todo, como cuando era chica, y me surgió una inmensa duda: ¿por qué los grandes ya no nos hamacamos? Habría que hacerlo más seguido.

    Te dejo un regalito musical: http://www.youtube.com/watch?v=CraThUeHL8I&feature=related

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