lunes, 5 de marzo de 2012

Hallar… (José Manuel Flores Eudave)


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Hombres peregrinos,  buscadores  sedientos de sentido…

Hallando  verdades…

Que deberá haber una causa misteriosa de la vida…

Que  todo cambia, pero sin embargo hay algo que permanece…

Que hay una realidad perfecta que me trasciende y este mundo debe ser reflejo de esa realidad inmutable…

Que deberá haber necesariamente un motor inmóvil, un ser inteligente y perfecto que sea la causa primera de este mundo móvil…

Que la Verdad entra al mundo y se da a sí misma,  entonces ¿puedo hallar una verdad, La Verdad?, sí, pero es un hecho inexplicable que no se halla con la sola razón…

Que puedo descubrir en mi interioridad, si es que me dirijo con rectitud, a esa Verdad que es personal y trascendente a la vez…

Que sabiendo que las cosas son verdaderas, bellas y buenas, entonces esa Verdad deberá tener esas características de forma perfecta…

Que pienso… ¿cómo que pienso? No estaba supuesto ya, no crees que el hallar se va a truncar en saber que pienso, nuestros colegas de más arriba  suponían de hecho esta posibilidad…

Que pienso siendo un sujeto espacio – temporal y por medio de 12 categorías que determinan la realidad en objetos de pensamiento… ¡pará un poquito! y, que pasó con todo lo que habíamos  hallado ya. ¿Me estás cargando no?

¡Ahhhhh… y entonces! ¿Qué hemos hallamos después de habitar este mundo tantos años? 

Vivimos en una especie de oscuridad, en un mundo de sombras, en la caverna. Pero vamos descubriéndonos y descubriendo poco a poco el sentido. Develamos su riqueza, nos entusiasma su vitalidad, su misterio: la música, la enfermedad, las sorpresas, los amigos, las alegrías, la muerte el cielo estrellado…

Sin embargo para hallar no es fundamental la vista, es más, a veces ni siquiera es necesaria, como lo confesaba el zorro en su simple secreto “No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”

En la parte  final de la película “A primera vista” Virgil, el personaje principal desentraña un secreto misterioso: “Aunque soy ciego me parece que veo mucho mejor que cuando tenía vista, porque en realidad creo que no vemos con los ojos, más bien vivimos en la oscuridad hasta que observamos lo que hay de verdad en nosotros, en los demás, o en la vida. Creo que ninguna operación  puede conseguir eso y… cuando uno ha visto lo que hay de verdad en uno mismo, entonces ha visto mucho, no hace falta tener ojos para eso” ( At first sight, Irwin Winkler,1999)

¡La vida tiene sentido!  Y descubrir este principio vital y primero es un gran hallazgo, pero es sólo el comienzo de la búsqueda…



 José Manuel Flores Eudave


6 comentarios:

  1. Leyéndote recuerdo la distinción que nos hacía el profesor Jiménez entre hallar y encontrar. Que el primero era más fortuito y el segundo implicaba una intención de búsqueda por parte del sujeto. Luego nos decía que el encuentro con la Verdad, con Dios tenía un poco de ambas. Ya decía Ortega que "vivir es sentirse perdido"... será porque estamos en esta búsqueda constante y serpenteante de la que hablás.

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    1. Fede: Sí, esta buena esa distinción, este hallar tiene algo de búsqueda y también algo que podríamos llamar fortuito. Creo que es como una gran bendición poder hallar verdades. En realidad el leitmotiv de nuestro sindicato de filósofos es la búsqueda, pero creo que la búsqueda no es una búsqueda infinita. Es muy grato ir hallando verdades o redescubrir las halladas. Y tener la posibilidad de hallar es algo GROSO GROSO!! Es un Don especial para el que sólo queda una actitud de agradecimiento. ¿NO?

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  2. Me atrapó José, esa especie de monólogo interior que va tocando diferentes momentos de la historia de la filosofía. Variadas respuestas a las eternas preguntas de siempre y
    la importancia de hacer marcha atrás cuando pensamos que nuestros supuestos son injustificados.
    Seguir intentando hallar el sentido. Vivir el sentido. Deseo tan antiguo y tan nuevo y nunca satisfecho sino en fragmentos.
    En relación a lo que dice Fede de Ortega, a mi me gusta mucho también cómo lo fórmula Ionesco: "¿Qué hacemos aca? ¿Qué quieren de mí?". Me causa gracia y me provoca un sentimiento de tierna fraternidad imaginarlo en soledad formulando esas preguntas.

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    1. Sí, ¿qué sería de la filosofía sin esta búsqueda? Directamente no existiría y los filósofos tendríamos que dedicarnos a la economía, al derecho o a la medicina, no se que haríamos.
      Tratamos siempre de seguir hallando sentido, lo vivimos y lo buscamos, pero la paradoja es extraña porque a mayor vivir el sentido se hace también mayor la búsqueda.
      Me gustó en especial la pregunta de ¿Qué hacemos acá?.
      Nos vemos, un abrazo!

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  3. TE FELICITO MANU....GRANDE EL MEXICAN.


    MUY BUENO EL MONOLOGO

    MAX HUNICKEN

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    1. Gracias Maxi!!
      Me alegra que te haya gustado.

      Un gran abrazo!

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