lunes, 11 de noviembre de 2013

Zácate (José María Schettino)





Zácate. Otra vez gritando, la zángana. Tengo que aguantarla, aunque moleste más que zapato apretado. Zacarías, el amigo que me la presentó, también me previno.
-          Es gritona, la muy zorra. Siempre lo fue. Parece que la estuvieran azuzando constantemente. Hija de vascos por partida doble. Zulema Zubieta Zuloaga. Tendrás que soportar sus berrinches. No siempre es azul el cielo.
Cierto, pensé. Además de gritona y algo zafada, era zalamera. Y me compensaba con algunas dulzuras los zafarranchos previos. De repente
-          ¡Zoilo! ¿Bebiste el zumo de zanahoria que te preparé en esa zumera hermosa que me regalaste?  ¿O era para mirarla y no realizar tareas con ella?  Tenés que estar liviano, preparé algunas pizzas para esta noche. Aunque a Zenón le voy a dar algo que no sea pesado, no estaba bien el mocoso. Quizás un puré de zapallo.

Confieso que por hoy me aburrió. Salí al zaguán y me encontré con Zelmira. Venía de comprar zapatillas para los chicos. La saludé y me devolvió un gesto que me pareció procaz. Aunque luego sonrió y dijo que era una chanza.
Entré para toparme con la zanguanga. Pensaba, para despejarme un poco, en las delicias que cocinaba mi vieja. En su gloriosa tortilla de zapallitos.

La dernier zeta
Octubre de 2013

 José María Schettino



2 comentarios:

  1. ¡Muy divertido José María! ¡Cuánta imaginación!
    ¡Qué bien Zulema que compensa sus zafarranchos con un poco de zalamerías. ¡Ojo que no se entere que andas haciendo ojitos a la la Zelmira!
    Y si no bancate una zurrada. A lo mejor Zenón te sale a defender.
    Paciencia con la Zulema

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  2. Muy ocurrente, José! Eso de la Zelmira, las zapatillas de los chicos y la chanza me encantó!

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