sábado, 9 de marzo de 2013

Rendido (Nicolás Balero Reche)







Me rendí ante el primer beso que nos dimos aquella vez, aquél juego previo lleno de ironía disfrazada, lleno de deseos escondidos pero que estaban en ebullición. Me rendí ante esa sonrisa llena de paz, contagiosa de alegría; ante esos ojos que me miraban sinceros, esperando más de mí; y yo sin mucho para dar. Y sin embargo, era suficiente. Me rendí en el momento que apoyaste tu cabeza en mi pecho, y el perfume de tu pelo me emborrachaba.
No nos rendíamos antes las injurias, los problemas, aquellos terceros sin corazón. Tampoco nos rendimos frente al tiempo, que nos hacía crecer juntos. Le ganamos batallas a la madurez y al desenfreno.
Pero también me rendí ante esas presiones subconscientes y enfermas de querer ser otro, de no querer perderse nada. Me rendí con la memoria, y el olvido conquistó mi conciencia. ¿Cómo no te pedí ayuda para combatir esos monstruos? ¿Por qué esperé que fuera tan tarde?
Ahí te tenía, en mis manos, sin saber lo que en verdad tenía. Sin saber que me desbordaba, sin saber que no podía controlarlo, sin saber lo doloroso que sería perderte. Como intentando borrar recuerdos, pero la memoria es poderosa, otra vez, me rendí ante el dolor del recuerdo.
Antes me rendía en tus caricias y ya no las tengo. Me rendía  en tus abrazos y ya no me protegen. Me rendía en tus besos y ya no me complacen.
Y hoy en las negociaciones de la última rendición, entre perdones, arrepentimientos, dolores, angustias, llantos, gritos y bestialidades, me siento como si la vida se hubiera apagado, como si el sentido no iluminara más y el fin estuviera vacío.
Mi voluntad débil se rindió ante las tinieblas, se apartó de lo bueno. Pero ya no quiere rendirse más que en tu ser, en tu vida. Caigo rendido a tus pies, caigo rendido a tu voluntad. Pero caigo en la cuenta que vos también te rendiste, ya no quedan opciones de batalla, ya no quedan fuerzas suficientes. No hacía falta rendirse… hacía rato que habíamos perdido.

                                              

 Nicolás Balero Reche

3 comentarios:

  1. ¡Tremendos esos "destiempos"!
    Habría que inventar de una vez esa máquina para viajar al pasado y acceder así a una "segunda oportunidad".
    Tengo una listita de coordenadas esperando en el cajón de la memoria.
    ¡Muy bien contado Nico! Desde el entusiasmo inicial hasta la caída libre del final que se bifurca.

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  2. Qué tristeza me producen estos "destiempos"!!!! la oportunidad perdida (o dejada ir...)
    Uffff....

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  3. Es muy fuerte Nico. Es lindisimo. Es muy vos y tan tierno.

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