martes, 10 de abril de 2012

¡Iluminaos! (Javier Nari)


Kochoro KUNISADA (1786 - 1865)




En torno a la isla,
prístino recinto,
se sacudían las aguas.

Mar, viento, tormenta.
Nada. Y más nada.

La luz oculta:
prisionera de sí misma.
En las entrañas de la materia.
Encerrada en la piedra.

El caos fuera de madre.
¡Desesperación! (¡Fatalismo!)
La vida… muerta.

No salva la luz que se esconde.
Ni la luz que ilumina la piedra.

Salva la repetición.
O la repetición de la repetición.
Salva la vida. Que se re-hace.

El sol del imperio
se asombró en la luna,
de su propia imagen.


(Silencio eterno que irrumpe en la historia)

¡Omo-shiroi!
Ruborizada,
la luz iluminó la vida.

Fascinante
tez blanca.
Fuente que emana la luz.

Salva la repetición.
O la repetición de la repetición.
Salva la vida.

No alcanza. No es suficiente.
Salva la luz que se ilumina.

Y aún no es suficiente:
salva la luz que se repite y crea.

Y re-crea…

Pero aún falta.
Salva la luz que se hace caos,
y se ilumina,
y se repite,
y crea,
y re-crea.

Salva la Vida.


Javier Nari

5 comentarios:

  1. MUY BUENO. ME ENCANTO. MUSA. GRANDE MUSA.

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  2. Gracias Maxi, acabo de ver que lo públicaron. Gracias Marisa.

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  3. Me costó seguirte Javier. Me llegó una sensación como de esas olas arrasando contra la isla, (la imagen con la que empezás) quieriendo ser luz y ser vida de manera obstinada e impotente. Elementos peleando desesperadamente por superarse sin conseguirlo.

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  4. A mí también me cuesta Marisa jaja... es que esta inbuido de mentalidad mítica y en ella esta la clave de lectura del poema. Pero hasta a mi se me escapa su sentido pleno...

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