lunes, 6 de mayo de 2013

Tango (Guadalupe Wimpheimer)

Tango Milonguero, Diego Manuel






Vibra la sangre, abejón
de encaprichado ritmo.


Un encendido diálogo
prende en tu mano
la música honda que
a mi cuna,
luz traía.


Tibia rechina la queja
que no es queja
macho y hembra caminan
piel a piel,
repentinos.


Vibra la sangre, abejón
de encaprichado ritmo.


Porque el alma baila
y en tus ojos germina
un zarandeo
y al fin
un fundirse infinito.



Guadalupe Wimpheimer






5 comentarios:

  1. ¡Muy bueno, Guadalupe! En pocas palabras, has captado la expresión del tango como pasión, arte y actitud.

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  2. Qué lindo texto! Me parece fabulosa la metáfora del "abejón de encaprichado ritmo" para plasmar el espíritu del tango.
    Gracias Guadalupe!

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  3. ¡Muy bueno Wimpi! Comparto lo que dicen Ignacio y Héctor.
    Pasión, arte, actitud del tango y la metáfora del abejón que repetís dos veces. Te imagino recitándolo con voz arrabalera, poniendo el acento en esa imagen, el abejón que hace vibrar la sangre. Todo eso me trajo a la cabeza algo así como la "dimensión" teatral de tango. Un juego de seducción, una lucha fingida, la eterna búsqueda del varón por la mujer y de la mujer por el varón, hecha música, sentencia y baile.

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  4. EXCELENTE. MUY BUENO> TE FELICITO GUADA.

    TE FALTA RECITARLO, JAJAJA

    MAX HUNICKEN

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  5. Muy bueno y muy tanguero, Wimpy.
    Lo que sí, te devuelvo un comentario que me hiciste una vez sobre mis poesías, sobre eso de terminarlas con "palabras grandes"; descoloca un poco por cómo viene antes; pero eso quizá es cuestión de gustos.
    De todas maneras insisto: ¡genial y envidiable!

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