martes, 14 de mayo de 2013

Tiempo (Lydia Zubizarreta)


  
"Que el álamo tenga hoy hojas doradas...." Lydia Zubizarreta







¿Dónde está el hombre que sepa estimar el tiempo, y apreciar el día? 
Séneca 
Cartas a Lucilio -1



Si el tiempo no son los minutos que se miden, ¿cómo se lo puede pensar?
Sé que está tan unido a mi vida como el tallo a esta rosa, como esta nube a la atmósfera. 
El tiempo es un consuelo y también una amenaza.  Una alegría y una nostalgia. 
Mi tiempo es solo mío y lo defiendo de intrusos.  Cuando comparto contigo mi tiempo es un don que te hago.  Mi tiempo y el tuyo se unen, se potencian, se concretan, y logran lo que antes no se podía ni prever. 

El otro tiempo, aquél que no comparto y se queda conmigo, es tan sutil, tan débil.  ¡Llega a mí con tanta delicadeza!  Mi consciencia se alegra al recibirlo.  Se reciben mutuamente bajo la misma consigna: libertad.  En cuanto algo más surge se retira discreto.  No puede, en general, compartir.  Sin embargo sé que está siempre cerca.  Algunas noches ha convertido mi vigilia en descanso.  Me invadió, también, en momentos fuertes, dramáticos, fuerte él también, fortaleciéndome con su presencia.               
Tengo un gran respeto por el tiempo.  Hace que un niño se vaya convirtiendo en hombre.  Que el manzano pase de la flor a la fruta.  Que el álamo tenga hoy hojas doradas.  Amo el cambio que nos trae realización y renovación.                
A veces, cuando el lago está quieto, sin viento, cuando parece que el tiempo se para, me invade esa melancolía de querer un presente que dure, que esté, que no pase.  Siento  vértigo, sé que no lo soportaría.  Necesito que este tiempo no sea infinito.  Necesito que su toque sea leve, efímero. 
El tiempo pertenece a la música.  Nota por nota.  También a la poesía.  Sílaba por sílaba.  También al pensamiento.  No diría lo mismo del sentimiento. 
Es maestro de paciencia y de esperanza.  De humildad y de fe.
Es una cuestión tan cotidiana que no percibimos claramente su importancia.
Citando a Séneca: “Nuestro error es no ver la muerte sino delante, cuando en gran parte la tenemos detrás.”



Lydia Zubizarreta

4 comentarios:

  1. Qué linda meditación Lydia. Hoy el tiempo es tan agresivo y urgente que tus palabras parecerían estar hablando más del "no tiempo", como de la suspensión, y no de esa realidad que nos envuelve en unos torbellinos agotadores. Pero no me costó imaginar que debés tener el privilegio de vivir un tiempo más verdadero que el de la mayoría. La mención del álamo con sus hojas doradas "hoy" me encantó! duran tan poco esas hojas otoñales que es tan lindo pescarlas!

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  2. Que lindo lo que escribiste Lydia! me encantó! transmite paz y esperanza. A mi tambien me gusta el tiempo disfrutado con lo que traiga de regalo.
    Gracias.

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  3. ¡Qué sacudón ese final Lydia!
    Me dio escalofrío pensar en todo lo que ya no volverá y todo lo que ya no podrá llegar a ser porque no fue.

    Pero tu álamo dorado hoy, me hace pensar en la belleza de lo efímero que debe su belleza también a su carácter efímero. Y es por la conciencia de ese carácter creo por lo que el tiempo pasa a ser un tesoro tan celosamente cuidado por vos. Y al parecer es mutuo. Por momentos el tiempo que describís parece ser una persona o ¿vos misma?

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  4. Qué maravillosos comentarios! Muchas gracias a Angeles, Marcela y Marisa!

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