martes, 7 de agosto de 2012

Llamado (Marcela Lopez)

http://enperu.about.com/od/regiones_y_ciudades/tp/ecorregiones-del-peru.htm




"Solo sé que no sé nada". Qué razón tenía Sócrates.
Y yo, lo poco que creo saber, no lo entiendo.

Crucé valles florecientes y escalé montañas majestuosas,
caminé y caminé, siguiendo, muchas veces a ciegas,
tu llamado.

Y de golpe...el desierto...

Hoy ya es como un fiel compañero.
Aprendo a aceptarlo y a entenderlo, un poco más cada día.
Y camino y camino;
tratando de adaptarme a su soledad,
a su aridez y a su silencio.
Busco el oasis prometido.

Estoy sola,
todo depende de tu llamado.
No lo escucho, no lo veo, no lo siento.
Me aferro con uñas y dientes,
a la antigua certeza de tu presencia.

Y lucho conmigo misma,
para abandonarme y no abandonar,
para seguir, aún con la confianza tambaleante,
aunque el cansancio sea mi viento en contra,
aunque sólo escuche y arrastre tu silencio.

Tengo de todo... frío, calor,
nostalgia, de paisajes interiores plenos y colmados,
soledad, vacío, sed,
cansancio, ausencia.

Pero descubrí que hay algo que no tengo
y es miedo.
Que extraño, debería tenerlo.

Pero pienso que me quitaste todo en el peor de los desiertos,
menos la necesidad profunda y hasta dolorosa,
de seguir buscando... tu llamado.

¿Debo entender que la falta de miedo es la esperanza,
que envuelves en esos aparentes espejismos, que veo cada día ?

El desierto sigue y sigue...
y yo camino y camino...
detrás de tu llamado.


                                                                            
                                                                                               Marcela Lopez


6 comentarios:

  1. La imagen y tu texto me hicieron descubrir por un rato la inmensidad de la vida, y a la vez su fragilidad. Me encantó.

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  2. Conozco, a mi manera, ese desierto. Y también todos esos climas, estimada Marcela. Y también esa esperanza. Dan ganas de ir hasta tu desierto a darte un abrazo, que no llega a servir de oasis, pero es al menos algo.
    Me hiciste recordar a los personajes que esperan a Godot, pero con una notoria diferencia. Ellos simplemente "están", o ni eso. Esperan sentados, quizás por no saber a dónde ir. Vos caminás, y esa diferencia es clave. Ese desierto, se sienta o no, parece estar lleno de presencia.

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  3. Marcela, qué lindo lo que escribiste. Aparece allí de manera serena y esperanzada el misterio en que estamos inmersos.
    Me llega una gran ternura de tu modo de manifestar la inquietud de tu alma.
    Me gustó mucho el juego de palabras que aparece en ese "abandonarme y no abandonar" y la imagen del cansancio como viento en contra.
    Por otra parte es un silencio y un desierto que aparecen como cargados de promesas. Todo esta dispuesto para una nueva epifanía. Al menos se percibe allí la certeza de que tu interlocutor está escuchando tú tímido lamento.

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  4. Muy lindo Marcela. Parece el contrapunto de lo que escribí yo. Es vivir el caminar aferrándose a la esperanza!

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  5. Marcela, muy linda lo que transmitís acerca de "la serenidad en la esperanza".
    Saludos!

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  6. Me encantó, Ma. Me hizo acordar a la Madre Teresa, que cuenta el inmenso vacío que sintió durante años de silencio, que a pesar de su fe en El, jamás lo sintió cerca...
    Comparto lo que hablabamos con Mili la otra vez jaja.

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