lunes, 20 de agosto de 2012

Llévense a la ll (Marcelo Gobbi)




Don Torcuato, 27 de julio de 2012



Estimada doctora Mosto:
No me prestaré al escarnio (hace años que quiero usar este sustantivo y nunca se me daba la oportunidad) de enviarle algo que se relacione con la supuesta letra ll.
Esa letra ha sido derogada, como el limbo de los teólogos y como la palabra decencia, que tan lindo sonaba en boca de mi abuela.
Nos está usted entreteniendo con inexistencias.
¿Que las letras no saben de normas? Claro que sí. Para eso en Madrid hay un grupo de señores mayores que cada tanto legisla sobre la manera de hablar y de escribir, y todo para preservar la unidad idiomática del imperio donde nunca se pone el sol, que ellos creen que sigue existiendo.
Y mucho les debemos a esos señores. Por ejemplo, el prodigio de que la palabra río, que los conquistadores seguramente pronunciaban cuando evocaban al Duero o al Guadalquivir, hoy se utilice insolentemente para referir a algo tan diferente como el Paraná o el Amazonas. O la eliminación de este esperpento digno de Valle Inclán (rectius: Vaye Inclán) al que usted hoy pretende exhumar, que sólo servía para confundir y del que la gente sensata huía. Tanto, que los limeños y catamarqueños comenzarán en breve a escribir  poio y la gente del barrio de Flores, posho. Pura rebelión contra el engendro redundante que usted pretende resucitar.
Lo que abunda sí daña. Como minimalista del lenguaje, he celebrado la partida de la ll de este mundo.
Usted será muy filósofa y andará por ahí angustiando estudiantes con la nada, como el Sartre ese, pero yo sólo tengo tiempo de ocuparme de cosas reales, y muy seriamente, como el Derecho y la Justicia en la Argentina.
Le exijo, entonces, pasar de una buena vez a la eme. Tal vez algo se me ocurra con esa letra (con esta, nada o, para usar las duplicaciones de que usted parece gustar, nada de nada).
Suyo,
Marcelo Gobbi

2 comentarios:

  1. Mi muy estimado amigo, Dr. Gobbi:

    He comprobado con gran desilusión que Ud. es de aquellos que por compensar una carencia o defecto propio, en este caso su parálisis frente a la LL, es capaz de desarrollar cualquier discurso y argumentación que le resulte oportuna. No le hace mella empezar a formar parte de ese grupo de desamorados progresistas que en su interés por simplificar, andan por la vida abandonando valores encomiables (adjetivo éste que es la primera vez que uso; sepa que ha sido Ud. el que lo ha hecho surgir de mi pluma). Esos insensatos e insensibles que han dado por ofrenda al Moloc del futuro toneladas de endecasílabos, tizas, punteros, pluma fuentes, engrudos, simulcops, bolsas de agua caliente y las aromáticas compresitas de Vick VapoRub.
    Tenga Ud. cuidado que no se le caiga por ahí alguna cosa de esas “que no tienen repuesto” como dice mi amigo Serrat.
    Ya me imagino yo que en su afán de simplificar se dispone a organizar piquetes ahora en contra de nuestra querida Ñ, por molestarle a Ud. su simpático sombrerito con rulo.
    Sepa Ud. que como dice otro amigo mío, “Dios habita en los detalles”, no vaya a ser que por prescindir de tantos detalles acabe por eliminarlo del diccionario junto a sus académicos españoles y terminemos todos siendo una manga de ateos.

    Suya también e incondicionalmente

    Marisa

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  2. Con esa labia salís de cualquier situación, Marcelo!

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