Predicación de San Francisco a las aves.
Fresco de Giotto di Bondone, Basílica de Asís.
http://marthadicroce.blogspot.com.ar/2013/03/primer-papa-latinoamericano.html
Encontré
dos definiciones clarísimas para la palabra "único".
Primero,
es "aquello solo en su especie", de lo cual hay uno solo.
Segundo,
es "algo extraordinario, fuera de lo común".
Ambos
significados me gustan para lo que quiero decir.
El pasado
fin de semana, escuchando una homilía como cualquier domingo, me canse de oír
hablar sobre la dureza de nuestro tiempo, esa mirada maliciosa sobre el
presente, como si estuviéramos al borde del abismo, viviendo el ocaso de la
historia. Sinceramente no creo que sea así. La actitud que se desprende de esta
concepción es poco alentadora. Cuando se acerca el final la mirada a largo
plazo no tiene cabida, pues no hay largo plazo. La mirada desalentadora sobre
un presente extremadamente trágico tampoco permite aires de esperanza. En fin,
pareciera que ya nada podemos hacer.
Me
inspira una concepción distinta del tiempo que vivimos. Creo que el tiempo presente
es realmente UNICO. Es único en su especie, no existirá para nosotros otro
tiempo presente como el que hoy tenemos entre manos. Y es también, como la
segunda acepción del término, "extraordinario, fuera de lo común". Es
apasionante el tiempo que tenemos como presente y por delante. La época en la
cual nos ha tocado vivir es sin duda LA oportunidad ÚNICA para dejar todo en la
cancha, asumiendo terminología futbolística. Entonces, de esta concepción, veo
desprenderse otras actitudes.
Además,
yendo al análisis comparado de la historia, nadie va a negar que todo tiempo es
difícil y complejo. ¿Por qué este va a ser peor o más duro que los anteriores?
Por el contrario, este tiempo ÚNICO que nos tiene a nosotros como actores
principales, es extraordinario, fuera de lo común. Tan solo pensar los hombres
de la post guerra que re-construyeron Europa, los héroes de la patria que
dieron forma a nuestro país en tiempos "difíciles y hostiles", tan
solo pensar un Juan Pablo II luchando por la caída del muro y contra el comunismo,
pensar un Francisco de Asís combatiendo con la paz guerras universales en el
mundo hasta entonces conocido, pensar la Liga Santa triunfando en la Batalla de
Lepanto para frenar la invasión turca, pensar en Aníbal y su hazaña con
elefantes, que aunque derrotado demostró un ingenio asombroso para asediar
Roma. ¿Alguno de ellos vivió tiempos sencillos? Todos vivieron con intensidad
su ÚNICO tiempo y lo hicieron mirando para adelante, soñando.
Hoy
nuestro ÚNICO y extraordinario tiempo presente (y futuro) exige de nosotros una
mirada apasionante y valiente. No es fácil la batalla a la cual nos enfrentamos
(la personal y la social) pero sin duda es UNICA. Y la historia juzgará nuestra
entrega. No me gusta pensar que vivimos los tiempos más difíciles, prefiero
pensar que el tiempo es una oportunidad. Un regalo. Y tenemos que aprovecharlo.
Hay mucho por hacer y otros continuaran lo que nosotros empecemos, como también
nosotros daremos forma a lo que otros soñaron y no pudieron concluir.
No es el
peor ni el mejor, ¡simplemente es! Y es nuestro. Es una hoja en blanco sobre la
cual nosotros plasmaremos la historia. Qué privilegiado este segundo milenio
que nos tiene a nosotros para escribirlo, no contando hazañas pasadas sino con
nuestro obrar cotidiano. Este tiempo, nuestro tiempo...es ÚNICO. ¡Por suerte!
Agustín Porres
MUY BUENO AGUSSS. ME FUI INTRODUCIENDO INCREDULO EN TU RELATO, Y ME GUSTO COMO LOGRASTE DESPLEGAR LA RIQUEZA DE LA PALABRA UNICO, HACIA LA FENOMENOLOGIA DE LA HISTORIA.
ResponderEliminarME LLEGO.
ABRAZO
MAX H
Me gustó mucho Agustín! Especialmente las ganas, el optimismo y la esperanza que saltan como resortes a medida que voy leyendo. Gracias por esa mirada sobre el momento que nos toca vivir, coincido plenamente con vos. Asi como cada persona es única e irrepetible, lo mismo le pasa a cada instante que nos toca vivir y es cierto que de nosotros depende en gran medida como avanza,¿ que costruimos y que destruimos, somos mejores cada dia, pensamos solo en nosotros o nos atrevemos a mirar mas alla de nuestro mundo personal para descubrir que puedo dar a los demas???? Grandes y variadas preguntas, cuyas respuestas solo las tenemos cada uno.
ResponderEliminarGracias
Me gustó mucho! Un soplo de aire fresco. Lo único que vengo escuchando este año es cómo los tiempos de ahora son de soledad, incomprensión, lejanía, etc. y esa mirada pesimista me parece por un lado que no sirve, y por otro totalmente errónea! No creo que sea así. De hecho en muchas cosas estamos más cerca de leer y escuchar pensamientos ajenos, de compartir por internet experiencias, arte, etc. desde el otro lado del mundo o de gente que vive en una misma ciudad pero que no se conocería de otro modo (como por este blog)y se trata de usar esas herramientas ÚNICAS de este extraordinario tiempo, que es ÚNICO como bien decís, para nuestro beneficio, para nuestras relaciones humanas. Y no es ni mejor ni peor que ningún otro, porque es el que es, es extraordinario.
ResponderEliminarMe gustó mucho Agustín!! Me causa gracia porque en mi texto (q todavía no se publicó) parto de premisas diametralmente opuestas (yo sí hablo de un presente conflictivo, de pérdida de horizontes) para llegar a la misma conclusión tuya: que hay q HACER, que el pesimismo no es una opción, que no se batalla contra el posmodernismo depresivo y plano con otra cosa que con "alegría de artista", con espíritu de construir mundos...
ResponderEliminarSofía L.
¡Gracias Agustín! ¡Genial!
ResponderEliminarMe hiciste acordar a ese personaje de la película de Alejandro Doria "Darse cuenta" (¡Illo tempore, jajaja!)que se encuentra en un estado de inercia absoluta quejándose de su situación de abandono y entonces viene otro personaje y le dice: "Pero ¿qué hacés ahí tirada, por qué no te levantas y haces algo por vos misma? Vos sos libre, podes disponer de tu vida" y ella le contesta con una inmensa cara de asombro: "¿Yo? ¿soy libre?".
Ese es aveces el estado emocional en que nos introduce el habernos "dejado arrastrar" Y luego venís vos y nos decís "¡Vos podés introducir una novedad en la dirección de la historia que te parezca la más justa, o la más acertada, o la que más sume (o como decís en tu "yapa a la T", la dirección del Tutú y no tanto la del yo-yo)!. ¡Vos no estás obligado a la inercia como Gregorio Samsa!"
Y entonces contemplamos como por primera vez ese tesoro entre la manos: la relación entre el tiempo y la libertad.
¡Tu texto es como un despertador!
(Como apareció en la poesía de Dolores Seeber "Un único urgente".)