viernes, 15 de junio de 2012

Kriptonita (P. Andrés Rambeaud)


  
http://elcinedemarco.wordpress.com/2010/11/04/misterios-del-cine-la-maldicion-de-la-kriptonita/(ilust blog)




Según cuenta la leyenda contemporánea los habitantes del planeta Kriptón vieron la destrucción de su propia civilización pudiendo salvar sólo una pequeña cápsula en la que viajaba un niño que de por sí no tenía nada superior ni llamativo, pero que al entrar en contacto con nuestra atmósfera terrestre sería investido de poderes superiores a los de cualquier nativo del la pequeña isla azul, parte del archipiélago de cuerpos celestes que giran en torno a una mediana estrella ubicada en la parte saliente de uno de los brazos de la galaxia de la Vía Láctea, que a su vez es una de las cuarenta galaxias que forman parte del Grupo Local y que junto con otros grupos de galaxias forman parte del Supercúmulo de Virgo, el cual reúne a más de 100 grupos de galaxias de todos tamaños, cada una conteniendo más de 200.000 millones de soles; las cuales a su vez cuentan entre los cinco supercúmulos del complejo Piscis-Cetus y que vienen a constituir  agrupados los grandes muros que forman hasta donde se sabe, el universo conocido, medido en distancias que superan la capacidad de integración inmediata en nuestra diminuta conciencia.
Resulta que este niño superpoderoso se debilitaba ante el contacto de este material extraterrestre, o más bien deberíamos decir, extrahumano. Es decir, era superior o era inferior, nunca a la medida de los hombres. La debilidad no brotaba del interior, sino de un elemento hermano y a la vez exterior. Y es que la debilidad de los superhéroes es a la vez tan cercana y tan extraña que hasta resulta a simple vista caprichosa ¿Por qué lo hacía débil la famosa Kriptonita? ¿Y por qué era verde?
Estas preguntas que me remontan a mi primera película de efectos especiales no están simplemente para lograr una mueca de sorna o de ternura en el lector. Hoy busco criticar aquello que dábamos por hecho, y es que “esto es así”.
Podemos dividir el análisis en dos partes: esto es así; o también esto es así. Las dos afirmaciones tienen el presupuesto de algo monolítico. Hay algo que no se puede cambiar, y ese algo no se puede cambiar.
Si la debilidad es ese algo que no se puede cambiar, y lo que la produce para peor es algo externo y caprichoso, nos queda el triste desenlace de un final anunciado. Una mujer me decía cierta ocasión que su marido y sus hijos la sacaban de quicio, y que en esos momentos un demonio se apoderaba de ella y comenzaba a gritarles e insultarles. Por lo tanto, frente a esto nada podía hacer, no era ella misma. A lo cual respondí que era la solución más cómoda, como la famosa Kriptonita. Frente a ella, nada podemos hacer, esto es así.
Lo más arriesgado es aceptar que la kriptonita tiene el color de mis angustias, mis cansancios, mis demonios, etc. Que no está caprichosamente frente a mí, como hermana y contendiente. Que es la materia de mis luchas y la medida de mis victorias. Que hay que volver a decir con cierta alegría contenida: me glorío en mis debilidades… son el principio del camino de cada día.
Al fin y al cabo, hay que reírse un poco de estos superhéroes que son grandes con cinta de ferretería, mientras el universo se mide en escala de parsecs. (*)

P. Andrés Rambeaud


(*)  El parsec es una medida astronómica que representa 1 Parsec = 3.08568025 × 1016 mts

6 comentarios:

  1. Muchas gracias, me gustó lo que dijo de las debilidades, ya que tenemos (tengo) tantas y me hacen sentir tan mal. Muy bien y dinámica la manera de expresarlo, con su dosis de sentido del humor. Qué bueno!

    ResponderEliminar
  2. P. Rabeaud, Le pido disculpas pero tengo alma de Geek y debo hacer algunas aclaraciones:
    No es aleatorio que la Kriptonita debilite a Superman. En ese mundo posible e imaginario, la explicación es simple y científica, como no podía ser de otra manera en un comic.
    La respuesta es que la radiación que emite la Kriptonita, luego de la explosión del planeta, es capaz de afectar la constitución química de los Kriptonianos.
    Ahora bien, ¿sabía usted Padre que la Kriptonita verde no es la única que existe y que además hay formas de prevenirla? Cada tipo de Kryptonita puede provocar un efecto distinto en este superheroe, por ejemplo la roja puede cambiarle totalmente el carácter (a esta se debe de haber enfrentado aquella señora)Sin embargo hay forma de prevenirla y esta es el plomo, en la serie de Superman de los 90s (Que veía cuando era chica)Superman se construye un traje de plomo, muy parecido a un traje anti radiación que le permite superar la radiación de la Kryptonita y salir airoso del encuentro con ella. Luego, siguiendo su línea de pensamiento podríamos decir con San Pablo: "Tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo." Ef 6, 12. De este modo usando la armadura de la fe, podríamos darle lucha a las debilidades.
    Ahora, hablando de gloriarse en la debilidades, también otra imagen que se podría tomar de la Leyenda del último hijo de Krypton es que lo que lo hace fuerte,es la Luz del Sol amarillo. Esta luz supercarga las células de los Kryptonianos aumentando de un modo extraordinario sus habilidades. Habilidades que serían las mismas que las nuestras si estuviese bajo un sol rojo. Ahora ¿no podría el Sol amarillo ser la Gracia que de alguna manera como decía Simone Weil es la otra fuerza que nos eleva hacia arriba en contra de la gravedad que nos tira hacia abajo? De esa manera uno es débil, pero todo lo puedo en aquél que me conforta, y me da su gracia para llegar hasta Él.
    En fin son pensamientos de última hora suscitados por la alegría de ver que no soy la única que agarra un superheroe y se pone a pensar...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. María Sol: gracias por tus acotaciones respecto a los influjos de la kriptonita en nuestro superheroe. Sólo me gustaría añadir que el comic nos permite relacionar lo que de por sí no está relacionado. El color del mineral con la fuerza o debilidad adquirido por ejemplo. Pero hay algo que no podemos olvidar en el tema de la gracia y es que como dice Sto Tomás, no anula la naturaleza, sino que la asume, la sana y la eleva. no la puedo ver como un simple traje exterior no como la irradiación exterior que golpea sobre mi superfice, sino como la levadura que transforma y dinamiza mi organismo natural y sobrenatural. Si no, estaríamos en el mismo lugar que este niño cósmico, nunca a la altura de la humanidad, sino por debajo o por encima de ella, pero no verdaderamente humanos.
      Gracias

      Eliminar
  3. ¡Gracias Andrés! Disfruté mucho con tantas analogías y explicaciones científicas de historieta (dignas de un episodio de The Big-Bang Theory) que desembocaron en un pequeño debate de teología moral.
    Creo que en mi historia personal, han sido mis heridas más profundas las que han dado los frutos con los que en mayor medida me siento identificada o por decirlo así que definen mi nombre. La imagen de la levadura me resulta un excelente símbolo de "estilo" de ese "proceso".
    ¡Qué bueno que estés en el taller!

    ResponderEliminar
  4. El ejemplo que ponés de la madre que se saca de quicio va un poco con lo que quise describir en mi Kryptonita, pero tenés razón que quedarse en el 'simplemente esto es así' es la soluciòn màs cómoda. Habría que ver de procurarse de esa armadura de la que habla María Sol o de otras artimañas.
    Me gustó lo de "Y es que la debilidad de los superhéroes es a la vez tan cercana y tan extraña que hasta resulta a simple vista caprichosa" Lo de cercana y extraña me hizo pensar en cuán poco o mucho nos conocemos. Ayer hablábamos con mi hermana de que a veces tenemos dos mentes adentro peleándose entre sí y no sabes bien cuál es Gollum y cuál Smeagol. Las debilidades son así, están muy adentro de uno, y a la vez son otro.

    ResponderEliminar