Yapa a la W 2

Wireless (Guillermo Barber Soler)

http://www.homodefectus.com/2011/11/30/wireless/

-          Guillo, imaginate una vida completamente wireless.

-          ¿Completamente qué?

-          Wireless, sin cables.

-          Sin cables…

-          ¿No sería genial?

-          Increíble.

-          Libertad pura.

-          Total.

-          Imaginate: estás conectado todo el tiempo, en todo lugar.

-          Conectado con todo… así: inmediato.

-          ¡Claro, sin cables, sin depender de nada!

-          Sin ataduras.

-          Haciendo lo que quieras. Libre.

-          Libre… sería como volver a nuestro origen primitivo.

-          Sería como avanzar finalmente hacia el futuro ideal.

-          ¿Hacia qué futuro?

-          Hacia adelante, Guillo, hacia adelante. Al futuro. A lo que todavía no fue ni es; a lo que es distinto a todo.

-          ¿Así sin más?

-          Sí, sí, así sin más; porque no estamos atados a nada. Somos libres.

-          ¿Libres de qué?

-          ¡De todo, Guillo, libres de todo!

-          “Condenados a ser libres”…

-          ¿Cómo?

-          Sartre.

-          Ah…

-          El del ojo chingado.

-          Ah, sí, ése.

-          Pero bueno, él no tenía wi-fi…

-          Claro, por ahí por eso dice lo de “condenados”… “condenados”… qué fea palabra.

-          Sí, suena a cadenas.

-          A cables.

-          Claro, jaja.

-          Por eso te digo: el wi-fi nos hará libres.

-          Alabado sea Fibertel.

-          En serio te digo: ¿no ves que es un poder total? ¿Qué ya ni el espacio es un impedimento?

-          Sí, quizá… A mí me gustaba el espacio…

-          Creí que eras más del “tiempo” vos…

-          Sí, bueno, pero una cosa no quita la otra. El espacio me gusta porque-

-          Igual creí que estabas entendiendo al principio, que hablábamos de la libertad, de lo inmediato…

-          Ay, las palabras… Qué sé yo si nos estábamos entendiendo.

-          … Que yo te hablaba de estar así sin límites, de estar conectados…

-          Claro, el tema es precisar.

-          ¿Precisar qué?

-          Las palabras. Límites, sí, ¿pero qué límites?; ataduras, sí, ¿pero qué ataduras?; conectados, sí, ¿pero a qué?

-          Claro.

-          O sea, acá nos ves: Los dos tenemos wi-fi, whatsapp, etcétera etcétera pero ni siquiera sabemos si nos estamos entendiendo.

-          ¿Y entonces…?

-          Que eso es un límite; un límite terrible.

-          ¿Y cómo nos liberamos de ese límite?

-          Bueno, con “guai fai” parecería que no. Pero sí me gusta la idea de conectarnos.

-          Imagino que no te estás refiriendo al Facebook.

-          No, claro. Todavía eso es un medio… y vos me estabas hablando de algo “inmediato”.

-          ¿Y qué es lo inmediato? ¿hablar así normal?

-          Sí, y casi… todavía eso es un medio.

-          ¿Cómo?

-          Sí, el lenguaje es también un medio… Incluso nuestro cuerpo es medio.

-          ¿Y entonces?

-          Que como todo medio es puente y a la vez límite.

-          No entiendo.

-          Es puente porque nos ayuda a comunicarnos entre nosotros. Es límite porque condiciona nuestra manera de comunicarnos.

-          ¿Y entonces?

-          Que quizá haría falta, digo, alguna especie de medio puro; no, perdón: de medio infinito.

-          ¿Y eso?

-          Algún medio que no posea límites. O mejor: una conexión inmediata.

-          ¿Pero existe alguna conexión inmediata?

-          No sé… pero es divertido pensarlo, ¿no? Una vida “completamente wireless”…

Guillo Barber Soler