jueves, 13 de septiembre de 2012

Mate (María Lanusse)

 
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Estuve dando vueltas alrededor de la M varios días hasta que me acordé de un texto que escribí durante mis primeros tiempos acá, en Buenos Aires, cuando veía todo un poco extraño y me costaba acostumbrarme al ritmo. Ahora, mirando hacia atrás, podría decirse que casi soy una más. Comparto con ustedes ese texto.

En nuestro país el mate es tradición. Nadie desconoce, o mejor dicho, nadie debería desconocer lo que es “tomar mate” con todas las letras. No es lo mismo sentarse con amigos paraguayos a tomar ese mate lavado y con agua hervida, ni con los uruguayos, que toman el mate con jugo helado. Nuestro mate es mucho más que eso.
Cuando los españoles descubrieron el mate, no supieron darle el verdadero significado que hoy en día lleva. En un principio, “el mate” estaba prohibido, con pena de excomunión a aquellos que se atrevían a copiar ese gesto de los indígenas, porque consideraban que el mate volvía flojos, holgazanes, a los hombres que se suponía debían llevar honra a los pueblos indígenas. Cuando comenzaron a ver que el mate era una bebida “estimulante” para los indígenas, algunos personajes importantes decidieron incluirlo en sus dietas, dándole así, mayor importancia a una bebida que en un principio era rebajada a “bebida para vagos”.
Ahora bien, en nuestro país, hay diferentes formas de tomar mate. A algunos les gusta más lavado que a otros; algunos lo prefieren dulce, otros amargo; hay otros que le agregan hierbas para darle más gusto, otros simplemente se limitan a la yerba preferida. Pero creo que todos conocemos ese gustito que tiene el mate cuando estamos entre amigos o familiares. Yo lo descubrí hace unos años, pero el otro día lo terminé de comprender. Puedo considerarme una “matera” desde chiquita. Recuerdo que me sentaba con mi papá a tomar ese mate amargo que todo chiquito rechaza por el simple hecho de que es un gusto demasiado diferente y al que lleva tiempo acostumbrarse. Con el paso de los años, me terminé acostumbrando, y más que nada, me terminó gustando y me nacieron esas “ganas de un mate” que tanto escuchaba en los que me rodeaban.
El año pasado, me vine a estudiar a Buenos Aires, y resulta que abandoné un poco la costumbre de tomar mate todas las tardes, ya sea por falta de tiempo o por falta de gente que me haga el aguante, porque lamentablemente, no todos en mi familia son materos.
La semana pasada vino papá a visitarnos. La primera mañana que desayunamos juntos, él arrancó con los mates, y yo con mi café, ya por costumbre. Cuando terminé de tomar el café, el seguía cebando mates, así que tuve que acompañarlo, y fue ahí cuando descubrí que la verdadera razón por la que abandoné un poco el mate fue por eso, porque tomar mate solo, no tiene ese gustito de compartir una charla, un rato con ese “alguien” que tiene ese mismo sentimiento hacia el mate, hacia ese momento tan especial. Por eso es que hoy el mate significa todo lo contrario a como lo concebían antiguamente, por eso es que tantas veces escuchamos “vamos a tomar unos mates y lo charlamos”, “esperá que prepare el mate y me contás”, “no te olvidés de llevar el mate”. Porque el mate, por más que lo tomes solo, siempre te trae el recuerdo de la compañía que alguna vez estuvo sentada con vos mientras el mate iba y venía, porque el mate siempre está creando ese momento de reunirse, es la excusa perfecta para acercarte a algún desconocido, para dar y recibir, para conversar, para disfrutar, y, sobre todo, para relajarnos un poquito y dejar que el vínculo crezca solo.
Así que ya sabés, si no te gusta el mate, tomalo igual, nada se compara con un buen mate y una buena ronda de amigos, ya no se trata de gustos, sino de costumbre, de tradición.

 Maria Lanusse


7 comentarios:

  1. María, me sentí muy identificada con la vivencia de una "mateada" como excusa para el encuentro familiar, de amigas o con mi novio. MATE es sinónimo de encuentro, de largas charlas, de compartir... me dieron ganas de tomar unos mates!

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  2. ¡Gracias María! Muy linda tu reflexión sobre el mate y su ronda. Te copio una leyenda misionera sobre el origen de la planta de yerba mate que corrobora tus intuiciones:

    "Cuenta la leyenda que una de las tribus que habíase detenido en las laderas de las sierras donde tienen sus fuentes el Tabay. Dejó después de breve estada el lugar, y siguió su marcha a través de las frondas. Un viejo indio, agobiado por el Peso de los años, no pudo seguir a los que partieron obedeciendo el espíritu errante de la raza, quedando en el refugio de la selva en compañía de su hija, la hermosa Yarîi. Una tarde. cuando el sol desde el otro lado de las sierras se despedía con sus últimos fulgores, llegó hasta la humilde vivienda un extraño personaje, que por el color de su piel y por su rara indumentaria. no parecía ser oriundo de esos lares.

    Arrimó el viejito del rancho un acutí (1) al fuego. y ofreció su sabrosa carne al desconocido visitante. El más preciado plato de los guaraníes, el tambú (2), brindó también el dueño de casa a su huésped

    Al recibir tan cálidas demostraciones de hospitalidad, quiso el visitante, que no era otro que un enviarlo de Tupá (3), recompensar a los generosos moradores de la vivienda. proporcionándoles el medio para que pudieran siempre ofrecer generoso agasajo a sus huéspedes, y para aliviar también las largas horas de soledad, en el escondido refugio situado en la cabecera del hermoso arroyo.

    E hizo brotar una nueva planta en la selva, nombrando a Yarîi, Diosa protectora, y a su padre, custodia de la misma, enseñándoles a "sapecar" sus ramas al fuego, y a preparar la amarga y exquisita infusión, que constituiría la delicia de todos los visitantes de los hogares misioneros.

    Y bajo la tierna protección de la joven, que fue desde entonces la CaáYarîi (4) y bajo la severa vigilancia del viejo indio, que fue el CaáYará (5), crece lozana y hermosa la nueva planta, con cuyas hojas y tallos se prepara el mate, que es hoy genuina expresión de la hospitalidad.

    La imagen da la Diosa ha sido esculpida por la naturaleza como símbolo imperecedero, en una roca de las imponentes Cataratas del Iguazú desde donde, en el centro geográfico mismo de su limitado reino, sigue esparciendo sus gracias y bondades sobre la planta que tutela."

    1 Acuti, roedor regional.2 Gusano de carne blanca y abundante, criado por el Guaraní en los troncos del pindó, que no solo proporciona su abundante carne, sino también un aceite muy codiciado, con él curaban algunos males, apuraban las digestiones y se precavían de los innumerables insectos de la selva.
    3 Dios del bien. 4 y 5 Dioses protectores del Yerbal
    http://www.redargentina.com/Faunayflora/plantas/yerbamate/origen.asp

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  3. Gordita: ya sabes que me encanto lo que escribiste del mate y las mateadas,creo que son simbolos de calor, encuentro, charlas serias, insolitas, amenas y etc, etc.(no encuentro el acento,para variar). A mi aunque no mateo tanto, porque me gusta dulce, siempre me traslada al campo, al lado de fueguito.....aunque este en medio del asfalto.
    besos

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  4. Gorda!! Por un lado, no podía ser de otra manera!! jajaja el mate tenía que estar presente en alguno de tus escritos. Por el otro, me sentí un poco mal por no acompañarte más en tus mateadas... Sin embargo, me vinieron tantos recuerdos de las misiones cuando los viejitos y las doñas te pasan el mate sin siquiera preguntar... como si ya te estuvieran esperando con los brazos abiertos para darte en ese mate el mensaje de Paz y alegría que uno cree estar llevándoles, cuando en realidad son ellos los que te lo dan... escondido en un mate...

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  5. María: es así! El mate congrega y amiga a las gentes. Yo también me hice amigo del mate desde chiquitito (aunque soy de Buenos Aires desde siempre).
    Me hizo acordar de mis épocas de niño.
    Gracias!

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  6. Marita!! que rico un mateeee. Yo nunca fui muy fanatica y en salta nadie tomaba, ni mis amigas ni familia. Pero en Bs as todo el mundo tomo, y te sumas a la ronda y me gusta, pero tenes razon con lo de compartirlo. Nunca jamás me tomé un mate sola!! ni se me ocurre jaja.

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  7. muy lindo gordaaa!!! ya vamos a tener tpo de tomarnos un par de mates mas seguidos, aunque seas la mas matera de la flia, creo que por eso papa te "preferia" de chiquita jaja eras SU compañera de mates!!!
    besoooo

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