jueves, 10 de mayo de 2012

Jardinero (José Manuel Flores Eudave)



Me  sorprende  observar como de una insignificante semillita puede brotar un árbol frondoso… como el sol da vitalidad y mantiene los ciclos de las plantas… mi trabajo es cooperar con esa vitalidad y esa inteligencia de la naturaleza… esa sí que es una vieja sabía, es muy importante observarla bien para no contradecirla. Por eso creo que todo jardinero debe saber mirar con detalle, si no observamos  bien  las plantas, los ciclos o las plagas,  la jardinería puede resultar inútil…
Hay muchas clases de tierra…   la tierra fértil,  si se sabe cosechar y si las circunstancias lo permiten  inevitablemente da muchas flores y frutos. ¡Sí!… primero hay que  labrarla, ablandarla y desempedrarla, porque la semilla crece con mucha dificultad en terreno duro.
También hay que regar la semilla constantemente, si le faltase agua no se desarrollaría como debe,  pero tampoco hay que excederla porque  le faltaría el sustento de la tierra… Conforme va creciendo esa semilla y surge la plantita va necesitando otro tipo de cuidados, hay que poner atención a para arrancar de raíz las malezas  que la rodean  porque  le roban  nutrientes y pueden llegar a debilitarla a tal punto de no tener ya salvación.
Otra cosa importante es despejar el espacio para que le lleguen los rayos del sol, una planta que no recibe la luz y el calor necesarios  crecerá raquítica y enferma,   con muchas dificultades dará fruto. Cuando la planta tiene mucho follaje, si lo que se quiere es lograr frutos, debemos inevitablemente sacrificar algunas de estas ramas,  los frutos necesitan más energía en su etapa de crecimiento, no hay que dispersarla.
Hay que saber también que hay un tiempo para cada cosa, los ciclos deben ser respetados con paciencia…  saber observar muy bien y también saber esperar muy bien. Algunas semillas que he tenido ya olvidadas, de repente echan raíces y crecen, hay cosas que reclaman paciencia.
Un día, alguien que pasaba por el jardín me dijo: “¡Jardinero!,  ¿Tiene sentido tu jardín? ¿Para qué tanto cuidado si la semilla muy rápido se hace planta y ya pronto es flor y ya pronto fruto y… después qué?  ¿Qué no sabes que lo que haces para hoy se marchitará mañana?

Lo que hago para hoy se marchitará mañana –sollocé en silencio-, recuerdo que medité tanto estas palabras y desilusionado pensé inclusive en dejar la jardinería, aunque debo confesar que era mi vida. Pero… recapacité, recuerdo también que en un momento me acordé de algo que leí de chico, en “El Principito”, era aquella frase que me mantuvo siempre fiel en esta vocación… “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.” Al momento sentí orgullo de mi trabajo, y entusiasmado seguí haciendo las labores en mi jardín.

Muchas veces pienso en si el que me dijo aquella frase entenderá la vida… habrá visto acaso la belleza de los lirios cuando su blancura radiante se manifiesta divinizada a la salida del sol, habrá respirado el perfume de los jazmines en las noches de luna llena, habrá saboreado en un día caluroso las manzanas jugosas y crocantes cosechadas en el valle… El jardín es mi vida, y la vida es como un jardín, el jardín es la metáfora de la vida… cada cual comerá del fruto de sus obras… siempre que sembré rosales, coseche rosas. No tengo más para decir. FIN



José Manuel Flores Eudave


3 comentarios:

  1. MUY BUENO MANU. Otra cosa importante es despejar el espacio para que le lleguen los rayos del sol, una planta que no recibe la luz y el calor necesarios crecerá raquítica y enferma, con muchas dificultades dará fruto. Cuando la planta tiene mucho follaje, si lo que se quiere es lograr frutos, debemos inevitablemente sacrificar algunas de estas ramas, los frutos necesitan más energía en su etapa de crecimiento, no hay que dispersarla.

    MAX HUNICKEN

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  2. ¿Y qué haríamos si no cuidáramos de nuestro jardín?
    ¿Qué otra cosa podría dar contenido a nuestra existencia?
    ¡Muy bueno José! Logras transmitir esa sensación de "vacío en suspenso" en que queda el jardinero frente a la pregunta del que pasa. Y luego su opción por seguir trabajando por lo bello y efímero confiadamente.

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  3. Ey, José! Muy buena reflexión. Entender la vida como un jardín es mucho más "saludable" que entenderla como un ciclón, como a veces me pasa a mí. El jardín es todo orden, paciencia,ciclos, etc. Pero no por eso, deja de ser una aventura. Admiro la actitud del jardinero que es sabia, prudente y audaz, sin ser timorato y cobarde. Bien ahí!

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