lunes, 7 de mayo de 2012

¡JA JA! (Ignacio Leonetti)

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  El “¡ja ja!” es la onomatopeya de la risa. Y debo confesar que al pensar qué escribir para la ‘salerosa jota’ fue lo primero y más genuino que se me ocurrió. Por otra parte, curiosamente, algunas palabras relativamente vinculadas al estado de risa también empiezan con jota: jarana, joda, jocoso.


  Lo cierto que la risa, tan exclusiva del ser humano como el dulce de leche lo es para los argentinos, se grafica con un modesto y a la vez elocuente: ¡ja ja! Y esto ha proliferado muy especialmente a partir del auge cibernético de los chats y las pantallitas de los celulares con sus mensajes, escuetos, pero a la vez sumamente cuidadosos a la hora de escribir con detalle el mensaje tonificante de la risa: porque un “¡ja ja!” en un SMS no es lo mismo que un “¡ja!” ni mucho menos es similar al misterioso e irónico “¡je!”.


  La risa libera, ensancha los pulmones, alegra el corazón y tiende lazos de unión con los demás cuando somos capaces de reírnos de nosotros, de las cosas y con los demás. Por ello será fundamental con qué preposiciones nos riamos dado que un leve giro en las mismas provocará la catástrofe de la pelea, el rencor y el odio entre, para y con los prójimos.


  Algunos filósofos han vinculado a la risa con el ridículo y lo maligno e inferior que hay en él dada la misma condición de la ridiculez. En esta senda un poco transita la leyenda de la maldad propia de los payasos.


  Por otra parte hablo de payasos y pienso que quizá la risa más triste sea la que yace muerta en la pintura de un clown mientras sus labios y ojos reales dibujan la desolación del que sufre en un gemido silencioso e incomunicable. El mundo, a veces, nos ofrece este tipo de risas o burdas imitaciones de la alegría que sólo transmiten superficialidad y pero están totalmente carentes de bonhomía.


  Por eso:


  ¡Bendito aquel que sea capaz de brindar una risa radiante de sinceridad!


  ¡Agraciado aquel que sea su destinatario!





  Ojalá podamos ser hombres rientes de verdad, madurando en pureza y dejando que nos arropen con el abrazo caluroso de un sano ¡JA JA!


  Tendremos que observar más detenidamente a los niños.

Me despido con la aparatosa risa de un entrañable personaje de mi infancia, Larguirucho:





¡JURUJUJAUJA!





Ignacio Leonetti

5 comentarios:

  1. ESTO ME GUSTÓ MUCHO:

    Ojalá podamos ser hombres rientes de verdad, madurando en pureza y dejando que nos arropen con el abrazo caluroso de un sano ¡JA JA!

    MAX HUNICKEN.

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  2. LA RISA ES UN REMEDIO INFALIBLE, POR QUE ENTIBIA EL CORAZON, DISIPA LÁGRIMAS,DA BRILLO A LOS COLORES, ES EL RAYITO DE LUZ QUE ROMPE LA OSCURIDAD, PORQUE TIENE EL PODER DE ABRIRLE LA PUERTA A LA ESPERANZA. ME ENCANTÓ! ES TAN BUENO REIR! JAJAJAJAJAJA!!!!!!!

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  3. Muy buenoo y cuan ciertoo lo que escribis!! Me encanto, gracias!

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  4. Guadalupe Wimpfheimer7 de mayo de 2012, 19:43

    Qué bueno! Me gustó mucho!!

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  5. ¡Largirucho! ¡Bla más fuerte que no te escucho! ¿Te acordas? El esclavo de Neurus.¡Gracias Ignacio! Muy tierno. Muy bueno para esta época llena de caras "de lunes". Muy linda la foto que elegiste.

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