Escuché alguna vez que la raíz de la palabra sinceridad, venia de la siguiente conjunción: sin + cera. Comúnmente de chicos escuchamos la frase: "¡sacate la cera de los oídos!", cuando algo no queríamos escuchar Y esta palabra quisiera ser una invitación a la escucha atenta, aunque naturalmente nos suena como una capacidad de hablar en verdad más que "escuchar". Sincero, aquel que dice las cosas como son, es al menos lo primero que se me viene a la cabeza. Juntar ambos significados, en el marco de la verdad me atrae, me resulta una gustosa invitación. Pensar que la sinceridad puede abarcar tanto la escucha atenta como la palabra dada, resulta por más interesante. Involucrar ambos significados, el etimológico tal vez inventado y el popular significado de la sinceridad, el decir la verdad de frente sin guardarnos nada, puede ser la clave para el encuentro verdadero. Dos seres no pueden realmente comunicarse si uno de ellos no "saca la cera de su oreja" y si el otro no desea poner sobre la mesa lo que verdaderamente vive. Sin cera y con transparencia los seres humanos podemos encontrarnos. Citando una famosa cerveza, podemos rumiar el significado profundo del "sabor del encuentro". ¡Y saboreando es como nos hacemos sabios! La sabiduría no es más que saber saborear el encuentro. El encuentro con las cosas y también el encuentro profundo entre dos seres. Así hay conocimiento, y el conocimiento lleva al amor. Sabemos que cuando frente a otro nos decidimos a quitar la cera para acercar los corazones ¡aparece una experiencia que nos mantiene con vida! Cor ad cor loquitor.
¡Ojalá la sinceridad haga de nosotros personas más trasparentes y atentas! Pues ¿qué tenemos que ocultar a quien de verdad conoce lo que hace vibrar nuestras vidas? Qué desperdicio seria no animarnos a quitar la cera para descubrir que el otro tiene algo para decirnos que puede hacer más plena nuestra vida.
Agustín Porres
Bienvenido Agustín, ¿sos nuevo en el blog no?
ResponderEliminaryo aprovecho que Marisa no hizo la presentación formal y asumo el papel de anfitriona por hoy! Muy linda tu reflexión y la acuarela que puso Marisa de Xul Solar, maestro en pintar transparencias, queda perfecta!
¡Bienvenido Agustín! (Perdón por la tardanza) Qué lindo que hayas pasado de lector silencioso a escritor. Ahora somos nosotros los que tenemos que "sin-cerarnos".
ResponderEliminarNunca había escuchado esa "etimología" pero ¿por qué no? ¡De todos modos encaja muy bien!
(Como sé que estas en política no puedo dejar de acotar que vendría muy bien una limpieza de oidos para el diálogo, después de lo de anoche que no tuvo ninguna respuesta)
Tu sinceridad es el paso previo de la sinalefa, ¿no? Quedaron los dos textos para trazar un puente sobre el abismo de Makishi
Me gusó mucho eso de escuchar para hacer la vida más plena. En la Biblia aparece la imagen del necio como el hombre de "dura cerviz", el que no es capaz inclinar el oido y por eso no es sabio.