viernes, 12 de abril de 2013

Sentir silencioso (Mili Lanusse)

Brasil, Milli Lanusse


La ternura de tu mirada,
la calidez de tu voz,
el abrazo de tu comprensión,
la alegría de tu cercanía...
La nostalgia de tu presencia,
la incomprensión de tu silencio,
el dolor de tu lejanía,
la incomprensión de tus designios...

Dos opuestos que de manera casi continua se enfrentan en nuestro interior, llevándonos de un lado a otro como un vaivén... Por momentos, seguros, alegres y agradecidos de su presencia; hasta que de pronto todo se nubla y ya no hay claridad en el alma, no la encontramos y la angustia nos invade. Y todo ¿por qué? Porque nos aferramos a nuestros sentimientos, y mientras todo está bien, nos sentimos bien... Pero cuando el dolor o la incomprensión nos invaden, nos olvidamos de que el VERDADERO SENTIR no se funda en el sentimiento humano, tan ambivalente, sino en el SENTIR SILENCIOSO DE LA FE... Un sentir que no nace de nuestros sentimientos pasajeros, sino de la CONFIANZA CIEGA, POR AMOR, en Aquel que nos conforta y no nos abandona.
SENTIR SILENCIOSO DE LA FE...
tan difícil de aprehender,
pero tan liberador...
Mili Lanusse

3 comentarios:

  1. ¡Muy linda tu reflexión, Mili! Y qué serenidad transmite ese mar. En tu texto vuelve a aparecer el tema de la ausencia-presencia que está en los dos últimos escritos.(¿Serán ardides de la sinuosa s?)
    Pero aquí es la experiencia de la presencia-ausencia del amor divino.
    ¿Se trata de una confianza ciega o de la necesidad de recordar los momentos luminosos cuando uno se halla en penumbras?
    ¿Es la fe algo que se pueda "aprender"? (Eugene Ionesco se lamentaba de no poder creer en Dios a pesar de su intenso deseo de creer)

    Me gustó mucho esa imagen que presentás al principio: una presencia fuerte que luego disminuye y se hace imperceptible, como la ida y vuelta de las olas del mar.
    La belleza de la presencia y la dificultad de vivir en la ausencia

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  2. Gracias Marisa...

    No creo que sea algo que se pueda APRENDER... sino apreHENder, hacer de uno, asimilar, llegar a entender desde lo profundo del alma, que "se hace" parte de uno...

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    1. ¡Gracias Mili por tu oportuna aclaración! Se me chispoteo la H

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