Lo que escribiste me dejó pensando, Inés. Cuando venía de vacaciones por el sur me atrapaba también el silencio y la tranquilidad. Desde que vivo por acá ya no tengo tantos momentos así, obvio que tiene que ver con que no estoy exclusivamente de vacaciones. La idea de lo "lejano" parecería ayudar a disponernos más a disfrutar cuando estamos cerca. Tal vez tendría que volver a mirar los lagos como vos, con nostalgia de lejanía, así tal vez opere la magia y me invada nuevamente ese silencio. Muy bueno Makishi lo de una esperanza que nace a la fuerza!
Inés Lagos,lagos. Afinidades.¡Y qué lindo tu cuadro Inés! Es una belleza ese paisaje. Uno se siente allí, "bien rodeado", seguro. Quizás por eso la serenidad y el silencio. Como si las montañas y los lagos nos dijeran "Nosotros, inmensos, fuertes, hermosos te cuidamos" ¡Qué privilegio Anqui vivir allí! Y qué cierto eso que decis, hay que buscar eso mismo en el propio lugar, escuchar otras voces que nos den serenidad. Seguramente las halla. Habrá que hacer silencio, mirar con atención y encontrarlas.
Qué lindo, Ine! Así conciso, y ese remate está muy bueno. Esa esperanza que nace a fuerza de nostalgia.
ResponderEliminarLo que escribiste me dejó pensando, Inés. Cuando venía de vacaciones por el sur me atrapaba también el silencio y la tranquilidad. Desde que vivo por acá ya no tengo tantos momentos así, obvio que tiene que ver con que no estoy exclusivamente de vacaciones. La idea de lo "lejano" parecería ayudar a disponernos más a disfrutar cuando estamos cerca. Tal vez tendría que volver a mirar los lagos como vos, con nostalgia de lejanía, así tal vez opere la magia y me invada nuevamente ese silencio.
ResponderEliminarMuy bueno Makishi lo de una esperanza que nace a la fuerza!
Inés Lagos,lagos. Afinidades.¡Y qué lindo tu cuadro Inés!
ResponderEliminarEs una belleza ese paisaje. Uno se siente allí, "bien rodeado", seguro. Quizás por eso la serenidad y el silencio. Como si las montañas y los lagos nos dijeran "Nosotros, inmensos, fuertes, hermosos te cuidamos"
¡Qué privilegio Anqui vivir allí!
Y qué cierto eso que decis, hay que buscar eso mismo en el propio lugar, escuchar otras voces que nos den serenidad. Seguramente las halla. Habrá que hacer silencio, mirar con atención y encontrarlas.