http://serturista.com/francia/catedral-de-chartres-un-viaje-al-pasado/attachment/catedral-de-chartres-3/ (ilust. Blog)
El silencio.
La soledad.
El sonido sibilante.
Las sílabas
que se superponen
y se suprimen.
Hay que saber dónde.
Y el sigilo
trastorna los sellos mágicos
de las claves
privadas de síntesis.
Finalmente, el
producto es el no saber.
Pero quienes hemos
probado la embriaguez del saber
Sufrimos en el
estado del no saber.
Ignorar es dormir en
un lecho de espinas.
Sin embargo, el
secreto del no saber
despierta la
curiosidad,
estimula la
imaginación,
desencadena la
creación.
¿Termina en la
soberbia de querer conocer
el secreto del bien
y del mal?
Puede ser demasiado
angustiante,
la soledad de quien
busca saber
tanteando la
oscuridad.
Quizá eso explique a
Adán,
a Prometeo,
a Fausto,
y a quienes,
entrando a Chartres,
nos conmovemos sin
saber por qué.
Jorge Oscar Marticorena, 10 Marzo 2013
Mirando a Lumiére, de Maurice Béjart. Escuchando Vivaldi, La Cetra.
Tu poesía Jorge se me apareció como atravesada por el claro oscuro que es el color de la existencia del hombre; con lo negativo de sus sin sabores y pradójicamente también con su potencial positivo. Dar a luz cultura, filosofía, arte, religión. Como dice Steiner, "¿Sin ellas, ¿cómo podríamos tener paciencia?"
ResponderEliminarCon el comentario tuyo y el de Angeles, súbitamente percibí que esta poesía, que me gusta, tiene mucho más que ver con mi historia, con el Jorge que pasó, que con el Jorge actual. Creo estar entrando en una etapa mucho más tranquila. Una etapa que se va impregnando de una como suave paciencia.
EliminarGracias Marisa. Tus comentarios siempre son interesantes.
Jorge
Qué lindo silencio. Se me ocurrió cuando leí tu poesía, Jorge, que no toda ignorancia es un lecho de espinas, y no todo secreto despierta curiosidad siempre. Relacionándolo con lo que dice Marisa, también el no saber nos ayuda a ser pacientes. No sé si estaré entrando en una fase escéptica pero ya no me desespero tanto por conocer la verdad.
ResponderEliminarMe refiero a mi respuesta al comentario de Marisa. Además yo tampoco me desespero por la verdad. En mi poesía con la T, me siento mucho más como el que soy ahora.
EliminarJorge