lunes, 15 de abril de 2013

Silencio (Jorge Oscar Marticorena)




El silencio.
La soledad.
El sonido sibilante.
Las sílabas
que se superponen
y se suprimen.

Hay que saber dónde.

Y el sigilo trastorna los sellos mágicos
de las claves privadas de síntesis.

Finalmente, el producto es el no saber.
Pero quienes hemos probado la embriaguez del saber
Sufrimos en el estado del no saber.

Ignorar es dormir en un lecho de espinas.

Sin embargo, el secreto del no saber
despierta la curiosidad,
estimula la imaginación,
desencadena la creación.

¿Termina en la soberbia de querer conocer
el secreto del bien y del mal?
Puede ser demasiado angustiante,
la soledad de quien busca saber
tanteando la oscuridad.

Quizá eso explique a Adán,
a Prometeo,
 a Fausto,
y a quienes, entrando a Chartres,
nos conmovemos sin saber por qué.

Jorge Oscar Marticorena, 10 Marzo 2013
Mirando a Lumiére, de Maurice Béjart. Escuchando Vivaldi, La Cetra.


4 comentarios:

  1. Tu poesía Jorge se me apareció como atravesada por el claro oscuro que es el color de la existencia del hombre; con lo negativo de sus sin sabores y pradójicamente también con su potencial positivo. Dar a luz cultura, filosofía, arte, religión. Como dice Steiner, "¿Sin ellas, ¿cómo podríamos tener paciencia?"

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    1. Jorge Oscar Marticorena30 de abril de 2013, 19:56

      Con el comentario tuyo y el de Angeles, súbitamente percibí que esta poesía, que me gusta, tiene mucho más que ver con mi historia, con el Jorge que pasó, que con el Jorge actual. Creo estar entrando en una etapa mucho más tranquila. Una etapa que se va impregnando de una como suave paciencia.
      Gracias Marisa. Tus comentarios siempre son interesantes.
      Jorge

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  2. Qué lindo silencio. Se me ocurrió cuando leí tu poesía, Jorge, que no toda ignorancia es un lecho de espinas, y no todo secreto despierta curiosidad siempre. Relacionándolo con lo que dice Marisa, también el no saber nos ayuda a ser pacientes. No sé si estaré entrando en una fase escéptica pero ya no me desespero tanto por conocer la verdad.

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    1. Jorge Oscar Marticorena30 de abril de 2013, 20:01

      Me refiero a mi respuesta al comentario de Marisa. Además yo tampoco me desespero por la verdad. En mi poesía con la T, me siento mucho más como el que soy ahora.
      Jorge

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