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Soy monotemática, pero con la x no
podía no pensar en uno de mis libros preferidos: Expiación de Ian Mc Ewan.
¿No les pasa que a veces en un libro
o en cualquier otra obra de arte están condensados tantos pensamientos propios,
tantos dilemas internos y tantas respuestas? Respuestas para casi todo.
Me pasa siempre en la vida, vuelvo
como en piloto automático a Expiación. Porque allí en unos cuantos párrafos
geniales está plasmado el que creo yo que es el mayor problema de los hombres.
Y eso es lo único que me interesa en esta vida, entender ese problema: la
incomprensión.
Según Briony, una de las
protagonistas de la novela, nuestro problema reside en que no consideramos a
los otros como tan reales como nosotros mismos. Y eso es una cuestión que me
carcome. Siempre son 'otros', más o menos comprendidos pero 'otros' al fin. Es
una obviedad lo que estoy diciendo porque justamente por eso somos distintos y
no existe la empatía absoluta, pero el ejercicio está en ver otros 'yos' allá
afuera, o como sea que se formule ese plural...
Si cuando miramos mal al otro o le
contestamos fríamente entendiéramos de veras que el otro lo siente como un 'yo',
tan real como me siento yo, lo pensaríamos una y mil veces, seríamos
infinitamente más amables, más comprensivos.
Porque sabemos cuán frío se siente
uno de este lado, cuán decepcionado y poco querido muchas veces, y también
conocemos la otra cara de la moneda, la de las lindas sorpresas y las cálidas
bienvenidas. Y esas son las que quisiéramos darles a esos ‘otros’ que están ahí
afuera, a pesar de sus errores y faltas, porque sabemos que nosotros las
tenemos también.
Y quizás si agudizamos lo suficiente
la mirada, y nos ponemos la sensibilidad a flor de piel, veamos un ‘yo’ y no un
‘otro’, tan pero tan real que nos va a doler la mínima indiferencia.
Tan íntimamente cercano como para
recordarnos que todos estamos un poquito en todos.
Teresita Suriani
me encanto!!! me siento muy identificada con eso de encontrar en un libro los pensamientos propios.(Por algo las dos tenemos cada una su ejemplar).Me encantan muchas de las cosas que dice Briony pero es tan cierto esto de que no nos damos cuenta o no queremos percibir a ese otro como un yo, tan reales como uno mismo se siente a veces.
ResponderEliminarEs verdad Teresita: ese es tu tema. Lo has dicho de muchas maneras: puentes, trenes, canciones, con la T que busca la U, con el viento, has llamado a todos los extraños con serenidad o desesperación, para que no se rompa o se quiebre la posibilidad de un encuentro (tome deliberadamente algunas son las palabras de las letras donde hablas de la necesidad de comunión) Yo creo que uno tiene unos pocos grandes temas o intuiciones sobre los que ensaya infinitas variaciones. Y el tuyo coincide con el anhelo más profundo de la vida. De modo que para mí es muy saludable escucharte volver siempre a lo esencial.
ResponderEliminar¡Muy bueno, Tere! Me gustó. Aunque siempre me hizo pensar eso de "Amar a tu prójimo como a ti mismo", "No hagas a otros lo que no quieres que te hagan" o ver al otro como un "yo", no es una actitud un poco narcisista. Es decir, yo no hago algo al otro, porque a mí, no me gustaría que me lo hagan. Ahora, si es "no me gustaría" está viciado y lo mejor es que se haga lo que se tenga que hacer. ¿No es mejor ver un "Tú"? Justamente,ampliar la mirada hacia el otro y no verlo como un Tü, tamizado por un yo. Tal vez, estemos llegando al mismo lugar, pero el "yo" da para la sospecha.
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