Tus ojos me acariciaron, reconfortándome,
tus labios, recorrieron una y otra vez
la huella que el mar dejara en mi cuerpo.
Yo sereno árbol, te espero.
Abriste la noche
y entraron las luciérnagas,
susurraste mi nombre llamándome,
y volví despacio
como la brisa en el viñedo.
Sergio Antonio Chiappe
Bogotá
Me gustó eso de "volver despacio como la brisa en el viñedo". Me imaginé allí, en esa situación.
ResponderEliminarTus versos traen mucha paz, Sergio. Armonía entre el hombre y el otro, entre el hombre y la naturaleza.
Me recuerdan que eso es posible en medio de un día lleno de tensiones.
¡Gracias!
MUY BUENO SERGIO!!!!
ResponderEliminarESTA PARTE ME GUSTO MUCHO:Abriste la noche
y entraron las luciérnagas,
susurraste mi nombre llamándome,
y volví despacio
como la brisa en el viñedo.
MAX HUNICKEN
Si uno tomara eso de "abriste la noche y entraron las luciérnagas" y lo aplicara a todo lo que la "noche" puede significar encuentra una inmensidad de perspectivas para vivir la vida. Muy linda la imagen! y coincido en la permanente sensación de armonía que marca Marisa.
ResponderEliminarHola, buenas tardes Marisa, Angeles y Máximo.
ResponderEliminarMe alegra participar en In girum imus nocte, encuentro un bello espacio para compartir nuestros sentires en versos.
Saludos desde Bogotá.
Acabo de descubrir este blog, el cual me parece muy interesante. Deseo comenzar a participar con la E, o sea, este mes, antes del viernes, debo mandarlo por correo electrónico, pero no lo encuentro. ¿La ilustración también debo mandarla? Saludos
ResponderEliminarHola Juan Carlos, ¡bienvenido! Dejanos tu dirección de correo electrónico por esta via (no la publicaremos) y nosotros nos conectamos con vos.
EliminarMuy bueno, Sergio! Es todo muy arrullador el poema, mucha armonía y paz. Sin conflictos. Un oasis en este mundo.
ResponderEliminarHola Juan Carlos, Hector. Me agrada que mi poesía tenga esa receptividad en ustedes, escribo con palabras sencillas, con sentimientos básicos, por que pienso que la esencia de la poesía,del arte y del corazón del hombre es precisamente la sencillez.
ResponderEliminarUn abrazo poético desde Bogotá.