Zampoña (José Martín Valle Riestra)
No sé cómo empezar esto. Es un
martes por la mañana, después de una noche entera de trabajar en la pancheria
soportando borrachos y sordos - ¿Con qué quiere el pancho señor?- y las
conversaciones impertinentes siguen rondando por mi cabeza – Eh, eh,
mmm...ponele los cuatro –tenía la necesidad de escribir (o de atormentarlos con
este bodrio, que es lo mismo), la necesidad de escribir algo con la letra ñ -¿Qué
son los cuatro, señor? Si se refiere a los cuatro aderezos le aviso que también
tenemos salsas para ponerle al pancho- no sé si Marisa me lo va a aceptar como
yapa de la Ñ, después de tan largo tiempo, por qué parece una buena persona
pero es totalmente totalitaria cuando le desordenamos el taller alfabeto – Ah,
bueno, está bien, mmm…¡Ah! Son estas de acá ¿verdad? Quiero esa, la del medio,
si si, la amarilla- así que, supongo,
escribiré algo con z y ñ (jajajaja) con esto no podrá decirme que ño, digo, que
no –Esta es queso chedar, señor-. ¿Pero qué palabra que conozca tiena la z y la
ñ? Mmm… ¡Zuñiga!...No, no pueden ser nombres propios,…,-¿Pero esta tiene queso?
Porqué yo no puedo comer queso, porque después me agarra un nudo en el estomago
¿sabe?- A ver, piensa, piensa, piensa
dale piensa, vamos hombre, que es gratis pensar, y de vez en cuando hace harto
bien, puede ser:”zañandu o zapatiña o
zospanchosenlamañanamecayeronmalytengoquetomarunpardepastillas (no, muy largo),
o ¡zuñiga!”. –Señor este es queso chedar, mejor le pongo otra salsa- Ya sé que
puede ser ¡zampoña!, bien maquina lubricadora de pensamientos, use toda mi
materia gris que se aloja en la parte superior de mi cuerpo, dentro de mi
cráneo para elaborar un pensamiento cómo este, soy un ser superior, soy un… ¿y
de qué escribo? – No, está bien esa salsa, siempre y cuando no tenga queso, es
que de familia tenemos un problemas con los lácteos y bueno usted sabe…- ¿Qué
puedo decir de la zampoña?, buscaré en wiki, wiki, Wikipedia: “Instrumentos
utilizados en el altiplano andino (zona de la cordillera de los Andes
compartida por Perú, Argentina, Bolivia, y Ecuador) y otras zonas andinas como
Colombia y Chile.” Tan flojo que ni si quiera busqué en el diccionario… ¿quién
busca en el diccionario hoy en día? Para eso y mucho más existe wiki, wiki,
Wikipedia. –Señor, le repito, esta salsa es queso chedar, queeso cheeedar -. Ya
sé voy a hablar sobre una anécdota que me contó un tío chileno (que se casó con
mi tía peruana, hermana de mi papá, y que ahora vive en Australia), que trabaja
en películas, comerciales y eso, sobre la historia de este español que estaba
obsesionado con el sonido de la zampoña y a cada corte de escena le quería
poner el sonido de una zampoña: “Vamosh hombre, que esho sin una zampoña, essh
nada”.- ¡Ah! ¿Y tiene queso? Porque en
verdad me cae muy mal el queso-. O mejor utilizo la palabra zampoña como una
excusa para escribir algo sobre Kevin.
***
Y entonces Kevin se levantó
desesperado a las 10 de la mañana, se cambió, se bañó, se miró al espejo, y
dijo: “qué hace’ sexy”, se puso perfume en las muñecas para tener un buen olor
al dar la mano, en la cara para tener un buen olor al saludar a las personas, y
ahí (si ahí) por si…, bueno ya saben no hay por qué, duh, es obvio, por si alguien le derrama café
accidentalmente , por si va caminando y se le rompe la costura del pantalón, o
por si su roommate se le ocurre
burlarse de sus boxer de dragonball –
de Goku y las esferas del dragón-, o por si “colibrittany” aparece…, y entonces sale más rápido que Flash con
urgencias fisiológicas, sale del cuarto, baja las escaleras, sale de la
residencia y cruza la calle hacia el local de música folklórica – que fue
puesto en ese lugar por gracia divina- y compra una zampoña para poder aprender
a tocar y cantarle una canción a Diana.
***
No, no se ilusionen, no es la Diana que creemos, es otra
Diana, aparentemente Kevin fue influenciado por el comentario de un tal
Guillermo: “De todas maneras, Kevin siempre tendrá a su Colibritany,
esperándolo, como él espera a otras. ¿Tragedia? La vida.”, y se dio cuenta que hay muchas cosas que no va
a tener nunca. Y que hay otras cosas de las que hay que reírse, y que todo esto
debe ser una gran joda cósmica ¿Porque si Dios no se divierte con los que nos
pasa, qué sentido tiene la vida? Yo no sé, pero tengo que ir a dormir, después
ayudar a Kevin con la zampoña bendita y sus problemas con las Dianas, e ir a
trabajar en la noche. Ojala que me compre un helado porque sino me burlo del
perfume ese con olor a meo de gato que se compró en el superchino.
José Martín Valle Riestra
Muy verborrágico lo tuyo, José. No necesariamente es algo malo, pero me parece que te falta un poco de orden en el texto (y más si hay mezclado un diálogo con un monólogo interno). Cuestión de reparar en el qué y el cómo de lo que uno escribe.
ResponderEliminarPara mí eso verborrágico es genial, totalmente espontáneo y sincero. Es, francamente, lo que suele pasar realmente. Nadie piensa ni dialoga "ordenadamente", o con una historia central. A veces todo pasa como pasa acá. Sí quizá algo de orden o claridad en el texto, pero la mezcla quedó muy bien, y muy divertida.
ResponderEliminarMuy interesantes las citas sobre la tragedia de la vida y la gran joda cósmica. Hay toda una filosofía detrás de las pompas de Kevin.
Si Fede, yo tambíen lo veo así, muy desordenado, pero la verdad es que, como advirtió Guillermo, queria hacer un relato más fiel a la realidad tal como me pasó a mi. Cuando yo empiezo a escribir vienen un montón de ideas a la mente que no tienen nada que ver y quise impregnar un poco de eso. La próxima espero ser más claro, saludos!
ResponderEliminar¡Dejáte de hacer puchero José para que te publiquemos! ¡No hace falta!
ResponderEliminarNo me quedé nada contenta con eso de que soy "totalitaria".
¡Decile a Kevin que se cuide del perfume que tiene contra indicaciones! ¡Y que baje un cambio que me vuelve loca!
Jajaja.
Delirante!
ResponderEliminarApoyo a Marisa y considero que no es ninguna "Totalitaria".
Yo tampoco considero que es una totalitaria, lo que escribo acá no tiene por que ser totalmente cierto. Sin dramatismo no hay vida, diría mi padre.
ResponderEliminarY sin padres no hay dramatismo, diría la vida.
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