viernes, 21 de diciembre de 2012

Otro (Martín Susnik)






Acá estoy yo. Ocupando una parcela del universo. De modo sumamente minúsculo, tal vez, pero también de modo único. Acá estoy yo infranqueablemente. En todo el cosmos no hay nada ni nadie que ocupe el lugar que yo estoy ocupando en este momento. Y no se trata solamente de un hecho físico, sino que ocupo un lugar metafísico – con perdón del oxímoron – que nadie más puede ocupar. Acá estoy. Soy, y nadie puede ser acá donde soy yo.
Una sensación de soberanía ontológica hace ebullición en mí ante semejante redescubrimiento. Planto mi bandera dentro de este fragmento de lo existente que es propiedad privada mía. Nada puede ser yo.
Pero al notar que nadie puede depositar los pies de su existencia en el distrito en el que orgullosamente se hallan los míos, descubro también que no puedo salirme de aquí. Estoy acá. Soy esto y soy hasta acá. La sensación de soberanía se entremezcla entonces con cierta asfixia. Soberano y prisionero. Murallas de protección y separación. No puede salirme de mí… ¿o acaso sí? No puedo liberarme de mí. ¿Habría que intentarlo? ¿Para qué aspirar a algo semejante si no es siquiera posible? (y, sin embargo, tantas veces lo he hecho…) ¿Para qué querría salirme de esto que soy? ¿Para convertirme en qué? ¿En quién? ¿Qué sería de mí si mi yo estuviese fuera de sí? Nada, probablemente. He ahí el fracaso más rotundo: la aniquilación, en su estricto sentido, parece ser el único resultado posible, la condena para un yo que decide no ser él.
O tal vez esté reflexionando mal… Tal vez no hay por qué asfixiarse. Tal vez la vida me está dando la posibilidad de abrir mis puertas y ventanas (que las tengo ¡casi lo olvido!) para salir de mí sin alejarme de mí, sin dejar de ser yo; para salir de mí conmigo. Es más ¡tal vez la vida misma consista en ello!
Pero… ¿hacia dónde he de ir? ¿hacia qué? ¿hacia quién?...
Hacia el otro. ¡Ir hacia el otro, saliendo conmigo de mí! ¿Y el otro? Me dejará entrar, a mí, para estar yo en él… y así también él entrará en mí, sin dejar de ser él. Y mi yo, fuera de sí, estará más en sí que vez alguna, fortalecido por el otro en mí. Y el otro será él, estando yo en él sin dejar de ser yo, sino siendo más yo que nunca.
Y yo seré con el otro.
Yo seré yo contigo, y vos serás conmigo…
Y ya no hay asfixia, sino soberanía en la comunión.

 Martín Susnik



¡Feliz cumple Marn!





Te deseamos la comunidad del alfabeto

 21-12-2012
(y el mundo siguió girando)

10 comentarios:

  1. Imposible no citar a Octavio Paz:

    "...para que pueda ser he de ser otro,
    salir de mí, buscarme entre los otros,
    los otros que no son si yo no existo,
    los otros que me dan plena existencia"

    (Este fragmento de un poema más largo encabeza "Poemas de otros" el libro de Benedetti)

    Me gustó cómo llevaste la descripción desde la soberanía del yo a la percepción de su indigencia y la necesidad de los otros con tanta naturalidad que uno no puede sino pensar "Y sí, es así..."
    Lindísima la canción de Aznar.

    ¡Gracias Martín! Por ser también un otro... Y que pases un lindísimo cumpleaños

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  2. Me gustó mucho, Martin:

    "Y yo seré con el otro.
    Yo seré yo contigo, y vos serás conmigo…
    [...] soberanía en la comunión."

    Vislumbro en ello el poder de la pertenencia, que nos hace trascender...y ser alguien, ¿no?

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    1. ¡Gracias Stane! Será que pertenecer a otro es la mejor manera de llegar a pertenecerse a uno mismo...

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  3. "en el principio no era la soledad del uno, sino la comunión de los tres" Leonardo Boff

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    1. ¡Genial! Qué grandísimo aporte para la reflexión de este tema que es el misterio Trinitario. Gracias!

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  4. Feliz Cumpleaños, Martín! Un abrazo y muy bueno el texto, eso de ir hacia el otro. Qué importante! Cabe otra posibilidad? Una vez, viendo "In to the wild", me impacto la conclusión de vida del protagonista, cuando ya estaba muriendo en el Magic Bus: "Happiness only real when shared". Vuelvo a preguntar: ¿cabe otra posibilidad?

    Bueno, un feliz cumpleaños, que seas muy feliz precisamente porque lo compartas entre amigos y familiares.

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  5. ¡Gracias Héctor! Y creo que en verdad no hay otra posibilidad... el problema es que lo olvidamos tan seguido...

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  6. Me gustó lo del yo soberano y prisionero a la vez, que se lanza hacia el otro, con otro...
    ¡Feliz cumpleaños!!

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  7. Feliz cumpleaños atrasado, antes que nada.

    Ahora sí, hermoso texto, y hermosamente musicalizado. Siempre me fascinó la letra de ese tema de Serú Girán, incluso cuando no terminaba de entenderlo. Cuando fui creciendo y entendí un poco más la letra, me fascinó más todavía. Me parece que el arte es una de las salidas de esa soberanía/prisión de nuestro propio yo y nos permiten comunicarnos con ese otro (y también con el Otro).

    Yo canto para alcanzarte,
    atravesando todo el azul,
    yo canto para contarte
    que sangro igual que vos
    y está oscuro en esta cárcel
    que soy desde que tengo memoria,
    y está ciega mi mirada sin tu luz.

    ¡Es tan necesario el otro! Incluso para ayudarnos a ser nosotros mismos. Escuchar a Pedro Aznar cantando que canta para escuchar nuestra voz, porque esa es la melodía, encierra tanta riqueza...
    Ojalá podamos seguir encontrándonos en el otro y dejando que el otro se encuentre en nosotros. Comunión imprescindible. Gracias por el texto!!!

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