Max Hünicken, Ojos Luciferinos
Tras la penumbra
de una ambición
Se exacerba el rencor
Tantas pasiones
encontradas
En el remiendo de una
seducción.
Las opacidades de su cuerpo,
Se complementan con
la luminosidad
De sus ojos,
Y sus artilugios
verbales
Derraman promesas.
Aquellas ofrendas
mundanas
Disipan con aflicción
La conciencia
prometeica;
Y así el fuego de los
dioses
Permanece entre los
hombres,
Confiscado con sus
deslices.
El señor de este orbe
Con calamitosa mirada
Enajena a las mujeres
encadenadas,
Ellas solicitan
La miel del sudor.
Luciferinos son
sus bostezos,
Y migajas de sus
pretensiones,
Caen sobre la
superficie
De sutiles bosquejos;
Provocando a los
titanes del temor
Con sensuales reflejos.
Maximiliano Hünicken
Segura
¡Maxi! ¡Que bueno tenerte de vuelta! Faltaba al blog, esa sensibilidad barroca y oscura tan tuya. Un lenguaje que deja sensaciones abiertas como heridas. Es tu poética,una mirada profunda a esas cosas que muchas veces, nos cuestan mirar, tanto así que como verás no he hecho mención al contenido, ja! Pero es como una fenomenología del Señor de este mundo que tienta, engaña y destruye.
ResponderEliminarMe hace valorar más la espera del Niño, me empuja a dejarme arrastrar por el resplandor de su pureza inocente. Por contraste. Buscando fuerza y esperanza en el que todo lo puede.
ResponderEliminar¡Gracias Max por hacerte un tiempito para el taller! ¡E incluso ilustrarlo vos! Un lujo.
GRACIAS A LOS DOS. UN BESO
ResponderEliminarUna "fenomenología del Señor de este mundo", muy bien Makishi. Adhiero a que es un estilo muy propio, "barroco y oscuro". Está bueno que participes Maxi. Yo, al menos, extrañaba tu presencia!
ResponderEliminarJAJAJ GRACIAS QUERIDO CLAUDIO.
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