En un país que genera tantas contradicciones (milanesa a la
napolitana, inteligencia militar, medias tres cuartos, Chiquita Legrand...)
esta creación gastronómica traspasa los límites tolerables para cualquier
aristotélico, y para mí también.
Marcelo Gobbi
¡Muy bueno Marcelo! Quizas has dado con una clave de comprensión del modo de ser en el mundo de nuestra sociedad. Somos hegelianos y nunca lo supimos.
ResponderEliminarAlgo que nunca entendí por ejemplo es por qué el campeonato clausura es a principio de año y el apertura al final.
Me gusto!! Con solo tres renglones y una foto, queda al descubierto que a los argentinos nos encanta ser contradictorios e incoherentes, creo que por eso resulta tan dificil decidir que somos.... y lo de los campeonatos, entre otras cosas, fue siempre un misterio incomprensible para mi.
ResponderEliminarQué ocurrencias que tenés Marcelo! No me quiero imaginar lo que debe ser tenerte cerca con ese ojo atento a todas las incongruencias que tiene el mundo, la argentina y cada uno de nosotros! Igual lo que escribís siempre está teñido de aprecio y tolerancia - hasta cariño- por esa incoherencia detectada! Sino serías lapidario... Lo de Chiquita Legrand es genial, no sé sí reírme, tenerle lástima, decir que en el fondo es una genia o todo al mismo tiempo!
ResponderEliminarMe dicen que en Mar del Plata hay un cartel: "Restaurante El Cantábrico, Cocina Mediterránea".
ResponderEliminarMarcelo
¿Y por qué le pusieron camino del "Buen aire" al cinturón ecológico donde descargan los camiones de la basura?
ResponderEliminarjajajaja muy bueno! Tal vez tengamos que buscar la sintesis..cómo sería?
ResponderEliminarYo pensé en eso Lucía, pero me desanimó el hecho de que cualquier síntesis sería la tesis de una nueva contradicción.
ResponderEliminar¡Buenísimo! El humor, una vez más, agudiza la mirada y da en la tecla. Y con poco, se dice tanto. Felicitaciones Marcelo!!
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