Giorgio
De Chirico, Les Jeux terribles, 1925
(ilust. blog)
El vapor se me mete
importuno
por los poros y el
ombligo.
Degusto
la Nausea
de esa idiota idea
(atrevida)
impracticable.
Huelo
La Pena Corriente
errante en los días
mis días,
basura con restos de esperanza
podrida.
Veo
Un Vacío Receloso
escrúpulo soberbio
soberbioso
escrupulosísimo
que maquina y rebusca
se
hunde y se humedece
y se queda ahí.
Escucho
El Crack kk kkk kk de
cuellos agotados
y los suspiros que
l
i b e r a n
. . .
.
mal olientes
la toxina
y tu duda
y la mía.
Toco
ese culo entumecido
de optimismo cabizbajo
ensimismo esta conmigo
y nadie más.
El vapor se me mete
por los poros y el ombligo…
(siempre importuno)
y se
duerme en mi ropa.
María Guadalupe Wimpfheimer
GUADA. ESTA ESTROFA ME GUSTO MUCHO.
ResponderEliminarHuelo
La pena corriente
Errante en los días
Mis días
Basura con restos de esperanza
Podrida
Batalla ilusa
De los que siguen con vida.
MAX HUNICKEN
¡UF! ¡Asqueroso Guadalupe! Siento las manos pegajosas después de leer tu texto.
ResponderEliminar¡Excelente catarata de imagenes sensitivas transmitiendo densos estados espirituales!
El universo convertido en tarde de domingo... (Cioran)
¡Quiero salir de ahí!
Es realmente bueno. Sabe crear atmósfera. Es cierto lo que dice Marisa, uno siente esa viscosidad en las manos, en la piel...
ResponderEliminarAdemás, veo que le agregaste un poco de movimiento y eso lo dejó hecho "una joyita".
¡Felicitaciones!
ja, Marisa, a mí no me produce lo mismo que a vos. Más bien me siento identificada con esas sensaciones que me surgen cuando algo externo me empieza a invadir. En realidad si no hacemos algo para evitarlo (cerrar los ojos, taparnos los oídos, contener la respiración para no oler etc.) el mundo "nos invade". Puede ser una agradable sorpresa, algo a lo que nos vamos acostumbrando de a poco o definitivamente algo que no nos termina de convencer por su inoportunidad (que no sé si es lo mismo que importuno). Voy a averiguar.
ResponderEliminarqué bien escrito Guadalupe!
No es que no me hayan visitado Anqui, lo que no me gusta es permanecer con en ellas, al menos si no cambian su rostro.
ResponderEliminarGracias!! Angeles, me alegro que te haya gustado. Podría entenderte a vos, como a Marisa..
ResponderEliminarAngeles, creo que el mundo nos invade como decís. Pero hay que ver qué decimos cuando hablamos de mundo. Este vapor asfixiante también puede proceder del mismo hombre ensimismado, egoísta, y tan pobre que ahoga. Y salir al mundo real, quizás sea su salvación.
Pero coincido con Marisa en que no podría quedarme allí mucho tiempo. Si estoy ahí, pataleo para salir. En el vapor no puedo permanecer, es muy cambiante y se va con el viento.
Sí, Marisa y Guadalupe, buen punto en el de no elegir permanecer. Igual en el - Crack kk kkk kk de cuellos agotados
ResponderEliminary los suspiros que l i b e r a n . . . .- ahí sí yo me quedaría un rato largo!
Saludos!