http://www.taringa.net/posts/imagenes/15022123/Wallpapers-cachorros-en-HD.html
¡Malditas ilusiones! ¡Es la última vez que se acuestan en mi ropa limpia y
la llenan de pelos! Estoy cansado de que coman todo el tiempo compitiendo
conmigo y que desordenen todo, que desparramen todo ¡No puedo soportar más que
rasguñen mis puertas y les saquen astillas! ¡No aguanto más ver los muebles
mordisqueados en todos sus extremos! ¡Ahora son cachorros, qué va a ser cuando
crezcan! ¡Esto llegó a su fin! ¡No puedo vivir más así! ¡No soporto más!
¡Mugrosas bolas de pelo, es la última vez que se burlan de mí! ¡Ya está
decidido! Nada me va a hacer volver atrás ¡Se acabó!
Los agarré a los miserables y los llevé juntitos todos al auto. Correteen
ingenuos, ladren y estiren la lengua por la ventana ¡no saben lo que les
espera! Ya no van a desgarrar más el tapizado, no voy a tener que bancarlos
dando vuelta entre mis piernas cuando manejo, ni saltando sobre mi pecho, ja ja
ja.
Sólo unos 30 km más, nunca van a ser suficientes. Más, más y más lejos de
casa ¡No los quiero ver volver! Todavía un poco más profundo en la ruta, donde
no haya ni casas ni árboles donde puedan refugiarse, ni animales que puedan
cazar. Que las inmensas extensiones los agoten y les quiten, de una vez por
todas, el ánimo y también la vida.
Hasta acá está bien. Paremos en la banquina con el motor aún encendido que
voy a sacar mi arma secreta. Ja ja ja ¡Vengan! ¡Vengan! Salgamos al fin. Ja ja
ja. Miren la ramita ¿Les gusta la ramita? ¿La quieren? ¿La quieren? ¿Me la van
a traer? Ja ja ja. ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Allá va la ramita! Ahí bien lejos, llegando
atrás de los arbustos. Ja ja ja ¡Que tontos! Ja ja ja. Piérdanse tranquilos que
yo me voy.
¡Vamos! ¡Rápido! ¡Acelera! Retomemos el camino ¡Adiós queridos! Qué
pequeños ya los veo en los espejitos retrovisores ¡Al fín! Ja ja ja ja ja ja
¡Adiós y hasta nunca! Quisiera ver sus caritas tristes…
¡Ya soy libre! Tengo tiempo para terminarlo todo ¡Ordenemos! ¡Limpiemos!
¡Cuanta paz! Ja ja ja.
¡Momento! ¿Qué es ese rasqueteo? ¡Oh, no! ¡Ahora ese golpeteo de patitas
suaves! ¿Quién anda ahí? ¡Dios mío, que no sea!…
¡Y ahí están! ¡Que ojitos hermosos tienen! ¡Que mansitos que están!
¡Vengan, déjenme acariciarlos! ¡Déjenme hundir mi nariz en sus cuellitos
peludos! ¡Que bonitos cachorritos son! ¡Vamos! ¡Desordenen todo! ¡Deshagan
todo! Ja ja ja ja ja ja…
Santiago Vorsic
Me volviste a sorprender Santiago, como con la hamburguesa y el yate.
ResponderEliminarPienso que esa ambivalencia nos persigue a todos. Ojala las decisiones fueran entre el blanco y el negro. Todos los "combos" a elegir tienen varias caras.
Aunque a mi no me tientan en absoluto las "mascotas"...
Me gustó como la locura del personaje va in crescendo...
Wow!! Confieso que me da un poco de miedo ese tema de la locura... pero comparto que son cosas que, a pesar de estar vueltas un poco a la extravagancia en estos cuentos, son comunes en todo el mundo. Son esos puntos en los que se rompe el horizonte de realidad en uno o en los otros y ya no sabemos ni nos importa como llegamos a lo que llegamos, simplemente se nos da.
ResponderEliminarEn este caso me surgía la fugacidad de ciertas ilusiones o ciertos sueños que fácilmente son reemplazadas por otras nuevas.
Gracias Marisa por el comentario!
Me dio risa la imagen de los lindos cachorritos que ilustra el cuento, como para advertirnos que el personaje que los odiaba tanto era un cretino cabal
ResponderEliminarMuy buena metáfora de la ambivalencia de las emociones, llegamos al hartazgo de algo y con un poquito de distancia ya se nos vuelvo querible nuevamente!