Veo puntos borrosos y muevo los
pies. Camino un poco a ciegas y descubro la Via Cimarra. No hay nadie pero se escuchan las manos de alguien.
Me asomo a la ventana y un joven peinado con gel para el costado y vestido con
chaleco negro ajustado, sentado en un taburete, arregla o fabrica un violín.
Concentradísimo, sólo después de un rato se da cuenta que ojos intrusos lo
espían. Sigue su trabajo impasible, la espalda encorvada, la frente arrugada.
Toca cuerdas, clava clavos, golpetea sonidos, en la soledad de su taller. Via
Cimarra sigue y a mi derecha en un cuarto chiquito, con puertas de vidrio, veo
tres hombres escuchando atentamente una lección sobre la cultura helénica.
Via Cimarra me conquistó un poco. ¿Será porque
cada vez que vuelvo veo al violinista empeñado en su instrumento, y a un grupo
de gente que trata de entender a los griegos? Y casi nunca dejo de encontrar lo
mismo, porque en Via Cimarra se detiene un poco el tiempo y nunca alcanza para
tener el violín perfecto. Y mis pies siguen esta rutina que tanto les gusta, y
lo que más sorprende no es lo nuevo, sino que las cosas se sigan repitiendo.
Pero saliendo de Via Cimarra
encontrás la Piazza dei Zingari. La plaza de gitanos encuentros, de birras y
ruido y agua que sale de la fuente. Zingari significa ‘gitanos’ en italiano.
Pueblo diseminado, movedizo, misterioso. Algunos dicen que la palabra viene de
‘intocable’. De nuevo la larga dicotomía, quietud y movimiento, lo uno y lo
múltiple, ¿conviviendo? Los veo en mi Via Cimarra y en Piazza dei Zingari, los
veo en mi vida y en mis clases de filosofía.
Y pienso que después de este día
nada vuelve a ser lo mismo, pero, ¿alguna vez lo es?
María Teresita Suriani
Muy bueno Tere! Me encantó la imagen del violinista, muy gráfica, siento que estoy yo ahí mirándolo.
ResponderEliminarVolveee que no te veo hace miiiil y ya te extrañooo!! Besooo y que disfrutes!!!
¡Qué bueno Teresita! Ya empiezan a llegarnos tus crónicas de la Ciudad de Dios, como la llama Pasolini. Te imagino con tu mirada asombrada caminando por esas callecitas. Todo tan nuevo y tan antiguo. Me gusto ese final. Corsi e ricorsi.
ResponderEliminar¡Muy bueno, Tere! Tu mirada me hizo recordar a Scarlett Johansson en "Lost in translation", esa mirada de presencia y distancia, que recorre sin tiempo las cosas que se le presentan ahí, delante. Debe ser muy rica, esa experiencia.
ResponderEliminarMe encantó Tere. No sé lo que es una Vía Cimarra, pero, ¿será tu callecita allá en Roma? Me acuerdo que en tu departamento en Capital, ibas caminando y te saludabas a todos los de la cuadra, y sonreías, y estabas como contenta de verlos 'nuevamente'. Me encanta tu espíritu, porque no necesitas irte para descubrir lo bueno de la rutina, y de las cosas. Lo viejo para vos siempre es lo nuevo para mi. Admirable tu actitud. Creo que son esos ojos de niña que nunca perdiste, por eso te llevas tan bien con tu hermanita... o será que entre locos se entienden mejor? Un beso reina, te extraño.
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