San Jerónimo en su
estudio, Antonello
da Messina, 1475http://es.wikipedia.org/wiki/San_Jer%C3%B3nimo_en_su_estudio_
Hay algo que no logro casi nunca
y deseo enormemente, se trata de tener unas horas, varias
seguidas, sin ninguna interrupción, para hacer alguna tarea que requiera alguna
dosis de concentración. Parece algo
simplísimo pero no lo logro. El primer
obstáculo es convivir con muchas personas en una misma casa, pero no es el
único. Lo que más lo dificulta es la posibilidad
que damos a las irrupciones
externas a través de los distintos
aparatos que nos rodean. Son poquísimas las veces en las que las interrupciones
son por motivos que no podrían esperar; pero sucede que como no lo sabemos, por
las dudas, les damos cabida, y en cada
corte se pierde tiempo, profundidad, concentración y hasta interés y deseo en
lo que veníamos haciendo. Es una pequeña ruptura que debemos reparar para
continuar. Por otra parte, como ya
todos cuentan con que somos accesibles al instante, se supone que debemos
responder y el no hacerlo es causa de
insistencias y reclamos. También puede
suceder a la inversa, que seamos nosotros los que tenemos que resolver algo, y
como sabemos que es posible hacerlo ya,
interrumpamos a alguien que prefería seguir concentrado en lo que
hacía.
Las enormes ventajas que nos trae
la tecnología son innegables, sería necio no reconocerlo, pero la gran ganancia
en cantidad de tiempo que nos aportan tiene la contracara de una pérdida de
calidad del mismo en muchas ocasiones.
Eugenia Guastavino
¡Qué bueno Eugenia que te volvemos a leer en el taller!
ResponderEliminarEl otro día estaba leyendo un reportaje a esa artista japonesa que ahora va a estrenar en el MALBA, Yayoi Kusama, y entre las preguntas que el periodista le hace estaba esta "¿A qué le teme más en la vida?" y ella le contestó: "Les temo a los críticos de arte y a los medios de todo el mundo que vienen a visitarme, privándome de mi tiempo para crear".
El periodista ni se dió por aludido (seguramente era una entrevista de esas que se hacen por mail en las que las preguntas están hechas todas a la vez)y sigue un largo reportaje bastante heterogéneo.
George Steiner decía que esa serenidad que estás reclamando es un verdadero lujo para esta época. El había decidido no atender el teléfono a la mañana... Claro él tiene quién le filtre los llamados y decida si pueden esperar o no.
Sin embargo en mi experiencia el camino es a la inversa: uno se engancha tanto con algo de tal modo que va pateando para otro momento todo lo demás hasta que sea posible y empieza a no estar tan disponible y los que viven con uno lo aceptan (a veces no, ja)
¡Muy linda la imagen! Crea ese clima que tanto añorás,
Que cierto Eugenia lo que escribis! y coincido con Marisa, creo que nosotros mismos nos dejamos envolver en el caos cotidiano y no nos damos tiempo ni para poner un límite a las interrupciones exteriores. Pero hay que hacerlo, hace bien y es necesario para la salud interior.(y para no terminar con ganas de matar a alguien , jaja) Gracias
ResponderEliminar