http://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-472730831-uno-enrique-santos-discepolo
Conocí hace tiempo a un sacerdote que se confesaba acérrimo enemigo
del pronombre indefinido uno. Es verdad que Discépolo lo canonizó:
Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias.
Volviendo a nuestro presbítero (en aquel entonces era joven), solía
decir: “Basta con ‘Y… uno comete errores. Uno es débil.’ Digamos mejor: ‘Yo
me equivoqué.’ Seamos responsables de nuestros actos.” Tenía razón, al menos en
lo que a mí concierne. Y comenzaré ahora mismo: “Uno escribe como puede: a
veces bien, a veces mal.” Anulo eso y pongo: “Queridos lectores. Yo hice lo
posible para que se entretuvieran un poco. Si fracasé, les pido disculpas.”
Alguno –quizás ninguno– de los lectores me perdonará. De cualquier modo, hay
Uno que siempre tiene ganas de perdonar.
Raúl Lavalle
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