sábado, 22 de junio de 2013

Unir (María Teresita Suriani)



http://www.puzzlesjunior.com/puzzles-de-toy-story_4.html




Un puente puede unir las dos riberas de un río...

Ayer salió una nota en La Nación Revista sobre un padre y su hijo. 
Cuando Timothy Archibald descubrió que su hijo Eli tenía autismo tuvo que aprender a conocer a su hijo de manera distinta. 
Sacar fotos se convirtió en un trabajo y un juego de a dos. Eli componía la imagen y su papá elegía la luz correcta. Esa tarea era lo que los hacía pares, y en la cual se conocían, se expresaban, se respetaban, se querían. 
Timothy dice: "Estaba tratando de entender a este niño con el que tenía dificultades para armonizar nuestras vidas. Pensé que ambos sentíamos que estábamos excavando y buscando juntos en esta situación para tratar de entenderla, o entender algo. Y al final no obtuvimos respuestas tangibles., pero en medio de todo eso construimos un puente."

Luego de 3 años en esta tarea, de la cual surgió un libro de fotografías sacadas por ambos, en compañía  cómplices, dejaron de hacerlo, porque dice su papá que se habían encontrado en la mitad del puente, y ya no había necesidad de seguir buscándose. 

Me quedó fijada esta imagen de encontrarse a mitad de camino, en un puente. Y en este caso ya no es una metáfora. Un puente une, sí, pero el hecho de encontrarse en la mitad del puente indica algo muy real y muy emocionante porque nos dice lo siguiente:
_Nadie tiene porqué cruzar todo el puente solo hasta el otro lado, ni de un lado ni del otro.
_El puente no es una herramienta para llegar al otro lado porque nunca llegas al otro lado, te encontrás en la mitad, con el otro...

Los papás de Eli hablaban de El Gran Desconocido que es la enfermedad: "Sentíamos que nuestra familia tenía tres partes: estábamos mi esposa y yo, Eli, y además el Gran Desconocido".  Es un misterio, es un elefante en el cuarto que hay que señalarlo y conocerlo. ¿Con cuántos Grandes desconocidos habitamos? ¿Cuántas maneras hay de habitar con ellos y cuántos mundos nos abren, nuevos e inesperados?

La nota me hizo acordar a otro Gran Desconocido que 'conocí' hace poco. Digo conocí aunque al Gran Desconocido nunca se lo termina de conocer. Una familia con un niño muy enfermo que en medio de la incomprensión ante tamaña enfermedad tiene que vivirla, jugando. Y se abre un mundo en que la realidad se convierte a propósito en juego, para soportarla, para mirarla un poquito a la cara y no tener tanto miedo. Un chiquito con superhéroes con barbijos puestos arriba de su cama y que juega a Spiderman todo el día y cuando le vas a poner una inyección le dice a su muñeco: 'Te prometo que no va a doler, te lo prometo'. Con el convencimiento de que si esos superhéroes pueden soportarlo él también. Esta pedagogía de los superhéroes me pareció magnífica y muy iluminadora. Y ver cómo efectivamente surtían efecto y cambiaban la realidad era algo mágico. Porque sí, no puedo hablar si no de cierta magia de la imaginación que opera para ayudarnos y para hacernos compañía. 

Un puente puede unir. 
Sacar fotos puede ser un puente para unir.
Buzz Lightyear y Woody fueron puentes MUY REALES para unir.

Y puedo reemplazar todos esos 'unir' por 'entender', ‘amar’, ‘crear mundo’. Porque no veo otra comprensión en la vida que alguna forma de conexión, de vivir-con.
Desde lejos, no.



Teresita Suriani




5 comentarios:

  1. Me gustó mucho esa imagen del "Gran Desconocido" Teresita. De repente la vida aparece como algo poroso habitado por un sin fin de "grandes desconocidos". Lo desconocido nos asusta, nos descoloca. Pero para la mirada infantil, TODO es desconocido, todo encierra una lección que hay que aprender para vivir. Lo que facilita enormemente la aventura es la mirada amorosa que nos invita a adentrarnos en ese puente.
    Por eso es tremendo cuando hay que encarar la vida y sus misterios desde la infancia en un ambiente hostil y agresivo.
    Me resultó muy enriquecedora tu reflexión sobre esas dos circunstancias tan entretejidas de cariño.

    ResponderEliminar
  2. Muy linda la reflexión, Teresita. Qué desafío eso de buscar alternativas para unirnos con las distintas realidades, sean las que sean y toquen las que toquen. Me vino a la mente que tender esos puentes también sirve para ver cómo el agua por abajo siempre corre y todo pasa y va encontrando su curso. Un modo de no instalarse en el dolor o en las dificultades presentes.

    ResponderEliminar
  3. Teresita, qué interesante estas dos historias dolorosas pero superadas. Da coraje ante las dificultades! Muy bueno lo del puente que no se cruza sino que se llega a la mitad y ahí está el encuentro. Muy linda reflexión.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Marisa, Ángeles y Lydia!
    Y que buena idea ángeles relacionar el puente con lo que pasa por abajo también, no lo había pensando. Los puentes dejan muchos espacios para lo otro, para todo lo que corre por al vida.

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno Tere! Que buena imagen la del puente, que siempre une y acerca. Gracias.

    ResponderEliminar