sábado, 10 de noviembre de 2012

Enseñanza (María Lanusse)




No tengo muchos años vividos, ni tanto camino recorrido, pero voy aprendiendo, y esto, por ahora, fue lo más importante que me enseñó la vida.
La felicidad está presente en nuestras vidas y es lo que nos motiva, nos inspira a realizarnos para poder alcanzarla. Pero ¿se alcanza en algún momento? La felicidad es algo personal, tan personal  que cada uno tiene su propia versión de ella.
Yo me acabo de dar cuenta que el tema de la felicidad tiene un lugar importante en mi vida. Me gusta preguntarles a las personas si son felices y ver cómo una simple pregunta hace que se tomen dos minutos, frenen en medio de la vorágine diaria y dediquen ese tiempo a pensar una respuesta. Cuando dicen “no”, insisto y pregunto por qué no, qué es lo que impide en sus vidas que sean felices.
Hay gente que tiene más y gente que tiene menos, personas que sufren más que otras. Somos conscientes de lo que tenemos y de lo que nos falta o nos gustaría tener (hablando de todo, no solo lo material), pero el ser humano se adapta, es fuerte, y Dios no permite que vivamos cosas que no podríamos soportar. Entonces mi pregunta ahora es: ¿por qué no podemos ser felices en el día a día? Por más que estemos pasando por muy malos momentos o que nos haya tocado una vida difícil, ¿no podemos adaptarnos y lograr esa felicidad con la vida que nos toca?  Y si no, ¿qué hacemos para cambiarlo? Si esta vida es la que me da Dios para vivirla, ¿cómo quiero hacerlo? ¿Pensando que tanto sufrimiento, tanto dolor que nos rodea darán como fruto la felicidad de mañana? Pero, ¿por qué esperar a mañana? ¡Yo quiero ser feliz hoy, todos los días! Y lo soy, por más que sé que esa Felicidad será absoluta solo cuando esté con Dios, hoy puedo decir que soy feliz, por más sufrimiento, tristeza, días malos o lo que sea que me impida disfrutarla, soy feliz porque tengo más cosas por las que agradecer y que me hacen bien, que por las que no. Creo que encontré la clave en sentir y ver que todo viene de Dios, que Él quiere lo mejor para mí, así que por más que duela, ¿con qué actitud vivo cada día?
 No quiero llegar a ser vieja o a estar en el último minuto de mi vida mirando hacia atrás y pensando si fui o no feliz. Quiero ir viéndolo a diario, porque si realmente no lo soy, quiero poder hacer algo para cambiarlo y así, antes de morirme, sabré que sí fui feliz o que por lo menos morí en el intento.


María Lanusse

5 comentarios:

  1. !Que bueno lo que escribiste Gordi!! Porque es tan así como tenemos que tratar de vivir la vida,es bueno que lo entiendas tan joven, es bueno empezar temprano a vivir con intensidad, optimismo,con fuerza para aprender y disfrutar todo lo que se presenta y sabemos que la realidad supera la fantasia en todos los sentidos, pero tambien sabemos que cuando LO dejamos hacer en nuestra vida, la brújula se endereza y podemos decir con confianza, alegría y en libertad: TODO LO PUEDO, EN AQUEL QUE ME CONFORTA...... Creo humildemente que ahí está escondido el secreto de la felicidad cotidiana.
    Y creo que antes de morirnos nos sentiremos seguramente mejor por que lo intentamos con ganas, y como diría la Madre Teresa, pasar por todo, pero nunca detenerse.
    TQM
    Mam

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  2. Te imaginé María como haciendo "puchero" por tu querer ser feliz y no saber cómo. Creo que la condición humana tiene mucho de eso. De querer y no poder.
    Pienso que vivir es un arte. Si adquirimos la habilidad para ese arte quizás podamos ser capaces de gozar de las maravillas de la vida aún en la adversidad. ¡Y con esa mamá que tenés seguramente que lo has aprendido!
    ¡Grande tu actitud de buscadora!

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  3. ¡Ah! ¡Me encantó la foto!

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  4. Hola Marita!!! Cómo me gusta tu manera de pensar siempre, un poco más optimista, más linda, más pum para arriba! Justo acabo de leer en un blog un texto sobre la felicidad de todos los dìas (coincidencia que haya leído esto justo después?) y citaba a Benedetti en alguna novela (no lei, solo cito lo del blog): "la felicidad es bastante menos (o bastante más, pero de todos modos, otra cosa) y es seguro que esos presuntos desgraciados son en realidad felices, pero no se dan cuenta, no lo admiten, porque ellos creen que están muy lejos del máximo bienestar”.
    Y pensé que bueno que haya tanta gente feliz que no sabe que lo es, nos paremos un segundo como decís vos a darnos cuenta de esto para disfrutarlo ya y dejar de dar tantas vueltas, a veces siento que buscamos excusas para ser infelices, porque sera? Beso mariitt!!

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  5. Mi padre siempre me decía y tenía razón, que la felicidad son las pequeñas cosas de cada día. Me gusta pensar así y no en algo muy grande e importante. Creo que es por eso que en Año Nuevo me pongo muy nerviosa con eso de felicidades para todo el año!

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