martes, 6 de noviembre de 2012

Año (Guillermo Barber Soler)

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Pasa el año
en el que abrí mi pecho para liberar mis entrañas
en el que añoré pasados y futuros borrosos
en el que quise limpiarme de la cizaña que se anidaba en mi espalda
en el que quise arrancar con mis uñas las fibras oscuras de mi carne
en el que fui compañero de uno, de dos y de nadie
en el que creí en el desengaño
en el que soñé realidades
en el que viví ensueños

Pasa un año
            extraño
            engañoso
            un peldaño, quizá
                                   de años mejores
            una enseñanza de cicatrices
            una puñalada en la rutina de los días
                                   en el pequeño misterio de la historia
           

¿Y del mañana? ¿Qué será del mañana?

Los miedos, las dudas, el vértigo se ensañan
            revuelan mi silencio como aves de rapiña

Y yo, inseguro, empuño el tiempo.


 Guillermo Barber Soler

5 comentarios:

  1. ¡Es muy agónico tu escrito Guillo!
    ¡Este año ha sido una gran pelea para vos!
    Y esperás el próximo con el puño en alto, o empuñando el tiempo como si se tratara de un cuchillo.
    ¿Es el tiempo enemigo y aliado a la vez? Quizás la tensión que aparece allí se vincule con eso.

    Guillo, el Caballero andante. ¡Enciendo velas a favor de tu lucha!

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  2. Qué arbitrariedad que podamos decir que momentos tan disímiles hayan ocurrido en un mismo año. Este 2012 fue también para mí el más intenso (en el sentido de que viví muchas cosas), creo. Por lo menos al punto de que las dos mitades del año me parecieron años distintos. ¡Nunca me había pasado eso!
    Pero pasó, como decís. Ahora, a ver qué pasará...

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  3. Empuñar el tiempo. Ganas de aprisionarlo, quizá con esas ansias de eternidad que tanto nos desvela siempre.
    Pero lo cierto es que el año pasa, y pasa el tiempo nos guste o no, nos aproveche o no.
    ¡La finitud no puede tener la última palabra!

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  4. ¡Conmovedor, Guillermo! Y con el agregado estilístico de una ñ en cada verso. ¡A desentrañar el porvenir! Me sumo a Marisa con otra velita...

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  5. Guillo! No sé qué decir. Es como si abrieras tu pecho y enseñaras de una, todo tu año. No vemos hechos,ni vivencias, vemos las metáforas de los hechos y de las vivencias. Uno tras otro, van desfilando agónicamente como dice Marisa. Y con ese lamento, me quedo al leerlo y me interpela.Es bueno saber que este año ha sido especial para otros también. Gracias... (Me hace pensar también en el poder de la poesía)

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