jueves, 8 de noviembre de 2012

Años de ruta en "Expreso Cañuelas" (Cecilia Mosto)



 
http.//www.sur54.com.ar/riogallegos- (Ilust. Blog)




Mario es uno de los mejores camioneros que integra la  “Expreso Cañuelas”.  Tiene su viejo Skania y veinte años sobre una ruta que conoce como pocos.
No trae ni lleva problemas porque para Mario no es un laburo. Para Mario es su vida. Sabe que en la puerta de su casa, en los alrededores de Lanús,  lo espera esa posibilidad enorme de irse.
 Sin oficina, sin jefes…él decide la mayor parte de las cosas que le pasan en el día. Sin negociar…sin aprobación…sin nadie.
Tiene una foto medio enmarcada, chica, colgando del espejito en la que se lo ve de joven, con el pelo largo, en la playa…tranquilo…buena onda. La lleva delante de él para no olvidarse nunca lo que significaba la vida en el momento que decidió definirla. Porque después uno se olvida. Quería recordar siempre su subestimación del compromiso con poco. Su desinterés por ir atando relaciones que taparan la percepción de lo corto. Eso arriba siempre. Y para eso estaba la foto.
Mario se subía al camión en un gesto convencido de no haber renunciado a la vida en el sentido de lo precario.
Ya avanzada la ruta prefería ir con la ventanilla baja. Pensaba “está linda hoy” y el viento le golpeaba la cara y sabía que pronto iba a empezar a sentir la espesura y el olor del mar a la izquierda y quizás dejara colgando el brazo sobre la ventanilla abierta. Y se acuerda que sobre ese camión y con el mar a la izquierda está girando en un universo infinito.  También sabe que en Caleta Olivia lo esperan los labios de Evelyn… en Rio Gallegos los de Martita y los de Mónica en Ushuaia.
Una feliz continuidad de bienvenidas y tiernas despedidas. Porque lo importante es el Skania y la ruta que por suerte es larga.

Cecilia Mosto

8 comentarios:

  1. Qué buen retrato de este Mario! Me lo imagino panzón y confianzudo. Y el sentimiento ese de que en la puerta de su casa lo espera "la posibilidad enorme de irse", no sé bien que me despierta. Me parece, no estoy segura, que un poco de envidia. ¿Será porque en el fondo me encanta quedarme en casa?

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  2. Me gustó cómo describís el sentimiento de estar "desatado de todo" de Mario y que a la vez lo liga irremediablemente al girar del universo infinito, al viento sobre su cara y a la ruta larga. Y sobre todo al peso de ese enorme Scania.
    ¡Dan ganas de irle cebando unos mates a su derecha, del otro lado del mar, escuchando la radio, comentando las noticias o cantando alguna canción a los gritos! Después de todo ¿quien no quiere llegar a Ushuaia? No sé si pararía en lo de Moniquita. Paso.

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  3. ¡Qué buen relato, Cecilia! Con el anterior aporte y con éste, veo una continuidad que me gusta: esa actitud desprejuiciada de la vida que tenés y que nos invita a mirarla más humanamente. Con tono crítico, irónico, celebrativo, todo mezclao, "igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches"... Nuevo aire para este blog!

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  4. Mario no es panzón. Es un seductor. Por eso tiene tantas novias Además esta casado...y tiene una hija a la que le va a festejar los 15 dentro de poco...jaja besos!

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    Respuestas
    1. ¡Entonces que le cebe el mate Magoya!

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    2. Y esperemos que la mujer no lea este blog!Salvo que ella tenga algún amigo que la visite los días de ruta y estén todos contentos!
      Una cuestión de gustos Cecilia: parecería que no te parecen seductores los panzones. Calamaro le cantó al "sexy y barrigón" uniendo sin drama ambas cualidades!

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  5. Es verdad...pero a la hora de imaginar...mejor sin panza no?

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  6. Cecilia, muy vital tu camionero! De donde lo conocés? No, en serio, muy bueno el relato. Se podría pensar en algo cinematográfico. Me acuerdo de una película brasilera buenísima, creo que se llamaba Bye, bye, Brasil, que hacen un gran recorrido en camión, y se ve como la vida se va desarrollando. Son gentes nómades.

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