miércoles, 7 de septiembre de 2011

Callar (María Echevarría)

Ernesto Deira, Sin título, 79 x 99, óleo sobre tela, 1995 (MNBA)
(Ilustró Marisa Mosto)


Callar gritos, callar susurros,
callar confesiones a media voz.
Callar reclamos, callar perdones,
callar, callar y esperar.
Si todo está al borde de un “casi”,
¿cómo saber qué callar y qué decir?
¿Cómo saber qué hacer,
cuando las cosas casi son lo que deben ser?
Casi, pero todavía no....
Casi hago mi secundario en otra escuela.
Casi no conozco a la que hoy es mi ahijada.
Casi me recibo de psicóloga.
Casi me hago monja.
Casi beso al sapo que no estaba encantado.
Casi le creo al lobo feroz.
Casi les creo a las hermanastras.
Casi dejo de creer por completo.
Casi largo todo. Mil veces.
Casi, pero no.
Y mientras tanto, por las dudas,
callo todos mis casis.


María Echevarría

4 comentarios:

  1. Los dos "callar" y "caída" de Mercedes, con el casi tan fuerte que aparece en tu texto, María, me hacen pensar en lo que tantas veces se me escapó: "Casi... pero tropezón no es caída!"
    Y ahora pienso que el casi a veces fue una última iluminación y otras una más de mis tantas cobardías...
    en fin ... vuelvo a constatar que el lenguaje sólo tiene sentido en el contexto de los significados que le da el mundo, la realidad concreta y las circunstancias.

    y para hacer más complejo todo copio un texto autorreferencial de Xul Solar:

    "Alejandro Xul Solar, pintor, escribidor y pocas cosas más. Duodecimal y catrólico (ca-cabalista, tro-astrológico, li-liberal, co-coísta o cooperador)
    Recreador, no inventor y campeón mundial de un panajedrez y otros serios juegos que casi nadie juega; padre de una panlengua, que quiere ser perfecta y que casi nadie habla, y padrino de otra lengua vulgar sin vulgo; autor de grafías plastiútiles que casi nadie lee; exégeta de doce(+una total) religiones y filosofías que casi nadie escucha. Esto que parece negativo, deviene (werde)positivo con un advervio: aún, y un casi: creciente"

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  2. Gracias, Mery!! Pegan mucho tus versos... Menos mal que no quedaron en "casi" y vencieron el callar.

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  3. ¡Me encantó lo del sapo! Todas esas imágenes de los cuentos de hadas. El lobo, las hermanastras.
    Las fobias que no nos dejan salir del "casi" y por otro lado Pepe Grillo empujándonos para que lo hagamos, Guilliver poniéndonos perspectiva y nosotros tironeados en el medio buscando la varita mágica que convierta la calabaza de nuestra vida en un hermoso carruaje.
    ¡Gracias María!

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  4. Qué lindo texto, María!! a mí me golpeó el "por las dudas" final: el callar los casi no es sino apostar y abrirnos a un futuro incierto, sin certeza de éxito, ni tampoco certitud de fracaso. Cuántas veces me hubiera gustado hablar mis casi!! Y, sin embargo, si no los hubiese callado, casi no sería yo mismo.

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