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Creo que la gran máxima socrática “sólo sé que no sé nada” resume bastante bien todo lo que
tiene que ver con los fundamentos y la experiencia del conocimiento. Me parece un
principio básico de esos que no parecen que dijeran mucho (como “A=A”) pero que
tienen un peso importantísimo ya que significan que las cosas podrían ser de
otra manera y sin embargo no pueden de hecho serlo.
Parece entonces que este principio es común a
toda gnoseología: todo conocimiento tiene un alcance y un límite. De hecho,
parece que conocer implica justamente ver, darse cuenta, de estos límites con
lo que ellos significan: que si existe el límite, existe lo limitado y que si
existe lo limitado existe lo que está fuera de ese límite. Y un límite es un
freno a nuestra libertad, tan preciada por nosotros, pero es también por ello
mismo, paradójicamente, el borde de un continente (mundo, universo) sin el cual
no existiría contención.
Y eso es un horizonte; la experiencia
existencial por excelencia (muchos ex-…
¿será casualidad?). Una línea que define qué es una definición; lo que
separa el acá del allá, creándolos. Es más que sólo una
línea, sin dejar de ser nada más que eso. Es lo que separa y une cielo y tierra
a la vez, lo que en el frío vacío del espacio no existe ni puede existir. Es la
experiencia propia del sentirse vivo.
Tiene sentido que la H sea entonces la que
está al comienzo de horizontes, humanos
e historias. Hasta su misma forma parece simbolizar la unión en la distinción
resuelta en un término medio. Letra la más humana también (si se la escribe con
ultra-mayúscula), en cuanto puede simbolizar esa coincidencia de opuestos
divina que nos supera pero que nos llama desde nuestro mismo ser, pues cuando
se escribe, cuando está presente, nos invita al silencio…
Federico Caivano
Fede, es de lo más groso que escribiste. Me gustó muchísimo, tanto el contenido filosófico como el ritmo con el que lo vas manejando. Además, tratás los que -para mí- son de los problemas más profundos de la Filosofía, en la que metafísica, gnoseología y experiencia vital vuelven a ser uno. Podría ser algo muy digno de ser compartido en nuestro proyectado "Círculo de pensadores". ¡Un abrazo!
ResponderEliminar¡Muy bueno Fede! Me lleva a la contemplación. Tu texto mismo es un puente al misterioso caracter fronterizo de la vida. Variaciones de una melodía semejante que la vuelven sospechosa a nuestros oidos. Sospechosa de ser cierta y por lo mismo inabarcable y entusiasmante como toda promesa de sentido.
ResponderEliminarFederico, me gustó muchísimo tu texto. Aquello del horizonte como "experiencia existencial por excelencia", tus reflexiones sobre la H... Para seguir leyendo y meditando.
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