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Hombres peregrinos, buscadores
sedientos de sentido…
Hallando verdades…
Que deberá haber una causa
misteriosa de la vida…
Que todo cambia, pero sin embargo hay algo que
permanece…
Que hay una realidad perfecta que
me trasciende y este mundo debe ser reflejo de esa realidad inmutable…
Que deberá haber necesariamente
un motor inmóvil, un ser inteligente y perfecto que sea la causa primera de
este mundo móvil…
Que la Verdad entra al mundo y se
da a sí misma, entonces ¿puedo hallar
una verdad, La Verdad?, sí, pero es un hecho inexplicable que no se halla con
la sola razón…
Que puedo descubrir en mi
interioridad, si es que me dirijo con rectitud, a esa Verdad que es personal y
trascendente a la vez…
Que sabiendo que las cosas son
verdaderas, bellas y buenas, entonces esa Verdad deberá tener esas
características de forma perfecta…
Que pienso… ¿cómo que pienso? No
estaba supuesto ya, no crees que el hallar se va a truncar en saber que pienso,
nuestros colegas de más arriba suponían
de hecho esta posibilidad…
Que pienso siendo un sujeto
espacio – temporal y por medio de 12 categorías que determinan la realidad en
objetos de pensamiento… ¡pará un poquito! y, que pasó con todo lo que
habíamos hallado ya. ¿Me estás cargando
no?
¡Ahhhhh… y entonces! ¿Qué hemos
hallamos después de habitar este mundo tantos años?
Vivimos en una especie de oscuridad,
en un mundo de sombras, en la caverna. Pero vamos descubriéndonos y
descubriendo poco a poco el sentido. Develamos su riqueza, nos entusiasma su
vitalidad, su misterio: la música, la enfermedad, las sorpresas, los amigos,
las alegrías, la muerte el cielo estrellado…
Sin embargo para hallar no es
fundamental la vista, es más, a veces ni siquiera es necesaria, como lo
confesaba el zorro en su simple secreto “No se ve bien sino con el
corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”
En la parte
final de la película “A primera vista” Virgil, el personaje principal
desentraña un secreto misterioso: “Aunque
soy ciego me parece que veo mucho mejor que cuando tenía vista, porque en
realidad creo que no vemos con los ojos, más bien vivimos en la oscuridad hasta
que observamos lo que hay de verdad en nosotros, en los demás, o en la vida.
Creo que ninguna operación puede
conseguir eso y… cuando uno ha visto lo que hay de verdad en uno mismo,
entonces ha visto mucho, no hace falta tener ojos para eso” ( At first sight, Irwin Winkler,1999)
¡La vida tiene sentido! Y descubrir este principio vital y primero es
un gran hallazgo, pero es sólo el comienzo de la búsqueda…
Leyéndote recuerdo la distinción que nos hacía el profesor Jiménez entre hallar y encontrar. Que el primero era más fortuito y el segundo implicaba una intención de búsqueda por parte del sujeto. Luego nos decía que el encuentro con la Verdad, con Dios tenía un poco de ambas. Ya decía Ortega que "vivir es sentirse perdido"... será porque estamos en esta búsqueda constante y serpenteante de la que hablás.
ResponderEliminarFede: Sí, esta buena esa distinción, este hallar tiene algo de búsqueda y también algo que podríamos llamar fortuito. Creo que es como una gran bendición poder hallar verdades. En realidad el leitmotiv de nuestro sindicato de filósofos es la búsqueda, pero creo que la búsqueda no es una búsqueda infinita. Es muy grato ir hallando verdades o redescubrir las halladas. Y tener la posibilidad de hallar es algo GROSO GROSO!! Es un Don especial para el que sólo queda una actitud de agradecimiento. ¿NO?
EliminarMe atrapó José, esa especie de monólogo interior que va tocando diferentes momentos de la historia de la filosofía. Variadas respuestas a las eternas preguntas de siempre y
ResponderEliminarla importancia de hacer marcha atrás cuando pensamos que nuestros supuestos son injustificados.
Seguir intentando hallar el sentido. Vivir el sentido. Deseo tan antiguo y tan nuevo y nunca satisfecho sino en fragmentos.
En relación a lo que dice Fede de Ortega, a mi me gusta mucho también cómo lo fórmula Ionesco: "¿Qué hacemos aca? ¿Qué quieren de mí?". Me causa gracia y me provoca un sentimiento de tierna fraternidad imaginarlo en soledad formulando esas preguntas.
Sí, ¿qué sería de la filosofía sin esta búsqueda? Directamente no existiría y los filósofos tendríamos que dedicarnos a la economía, al derecho o a la medicina, no se que haríamos.
EliminarTratamos siempre de seguir hallando sentido, lo vivimos y lo buscamos, pero la paradoja es extraña porque a mayor vivir el sentido se hace también mayor la búsqueda.
Me gustó en especial la pregunta de ¿Qué hacemos acá?.
Nos vemos, un abrazo!
TE FELICITO MANU....GRANDE EL MEXICAN.
ResponderEliminarMUY BUENO EL MONOLOGO
MAX HUNICKEN
Gracias Maxi!!
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un gran abrazo!