http://elcaminanteysusombrabluesman.blogspot.com.ar/2011/04/valedores-del-aparato.html (Ilust. blog)
Que tus cansados pies puedan hoy refrescarse en el fino
rocío del pasto sobre el que reposan. Que sonría tu cara con la suave caricia
del sol de la mañana. Que tus ojos puedan hablarte de la luz, que tan bien
conocen a pesar de ser incapaces de verla, gracias al reflejo perfecto e
incompleto de los objetos que ella toca. Que la fresca brisa de hoy renueve tu
entorno y suavemente recorra tu cuerpo, refrescándolo para el nuevo día que
comienza. Que tu mano pueda contarte que mi mano la acompaña. Y que tu alma se
asiente donde tu cuerpo se encuentra, colmando así el momento con tu presencia
real a mi lado. Recién ahí, y sin soltarte de mi mano, puedo dejar que des el
primer paso hacia adelante.
Mateo Santillán
¡Qué buenos deseos Mateo!
ResponderEliminar"Que tu alma se asiente donde tu cuerpo se encuentra colmando así el momento con tu presencia real a mi lado". Es mi favorito y el que hace posible los anteriores. Sin presencia no hay plenitud de la experiencia.
A mí también me encantó el que transcribe Marisa. Junto con el de la brisa que es la que nos hace sentir lo bien que se está presente en el propio cuerpo. El vivir como producto de estas pequeñas experiencias, sin grandes exigencias y reclamos, está bárbaro!
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